La dictadura maduró

La dictadura maduró

Este pasado diez de enero frente a un pueblo derrotado y más preocupado por encontrar su próximo plato de comida que por salir a protestar, Nicolás Maduro asumió su segundo mandato presidencial. Mandato a todas luces ilegítimo ya que las elecciones celebradas el pasado mayo no contaron con las garantías democráticas ni la libre participación ciudadana. El orden democrático en Venezuela se rompió y a menos de que algo extraordinario suceda como una intervención extranjera o una sublevación de sus fuerzas militares, Venezuela se enfrentará a mínimo seis años más desolación, corrupción y crisis social. 

Nicolás Maduro oficializó su dictadura rodeado de los mandatarios o representantes de los países afines al régimen tales como México, Uruguay, Nicaragua, El Salvador, Cuba y Bolivia. Igualmente otros países manifiestamente interesados en tener otro enclave comunista (como el cubano) que desestabilice la región, tales como Vladimir Putin de Rusia, Xi Jiping de China, Bashar al-Ásad de Siria y Hasán Rouhani de Irán también manifestaron su apoyo al segundo mandato de Maduro. 

A diferencia de lo que ocurrió durante su primer mandato cuando aun gozaba del respaldo de los organismos internacionales, de algunos países beneficiarios de los petrodólares y de Colombia, cuyo presidente Juan Manuel Santos necesitaba de su apoyo para el proceso con las Farc, Maduro hoy se enfrenta a que casi toda la comunidad internacional le dio la espalda. Igualmente personas muy representativas del régimen han desertado junto a más de tres millones de venezolanos que hoy deambulan por Suramérica.  La esperanza que albergaban de regresar se alejó. Y aquellos que no pudieron irse el único consuelo que les queda es el saber que algún ser querido pudo hacerlo.   

Dos días antes de la posesión presidencial los países que conforman el Grupo de Lima con excepción de México declararon el no reconocimiento del nuevo mandato de Maduro y le hicieron un llamado para que convocara a nuevas elecciones. La reacción nada sorpresiva de Maduro fue la de acusarlos de querer alentar un golpe de estado y exigió una rectificación so pena de tomar “medidas más crudas y enérgicas”. 

Palabras valientes de boca de un cobarde que no tiene reparos a la hora de apuntar las armas del Estado contra su propio pueblo. 

Igualmente, dos horas después de posesionado el ilegítimo Maduro, la OEA emitió una resolución acordando no reconocer el nuevo mandato y otras decisiones tales como exigirle el llamamiento a un nuevo proceso electoral con observadores internacionales, la liberación inmediata de los presos políticos y que permita el ingreso de ayudas humanitarias para intentar prevenir el agravamiento de la crisis humanitaria y de salud pública. 

La autodeterminación de los pueblos, la excusa de la dictadura de Maduro para exigir la no injerencia de las Naciones, es la misma excusa que ha utilizado la dictadura cubana para someter a su pueblo durante más de sesenta años. Los venezolanos y los cubanos tienen la misma autodeterminación de un secuestrado por un grupo ilegal. Y es por eso que para evitar que la crisis se agrave y que el Socialismo del Siglo XXI se siga inoculando en los países de nuestra región, la comunidad internacional debe medidas drásticas. El cerco diplomático es un buen comienzo siempre y cuando venga acompañado de la ruptura total de las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela. A todos los miembros del régimen se les debe presionar persiguiendo y congelando sus enormes fortunas en el extranjero y a los máximos responsables de la debacle se les debe emitir orden de captura internacional. 

El 10 de enero de 2018 marca la fecha en que la dictadura de Maduro se oficializó, tomó forma y maduró. Su capacidad de dañar al pueblo venezolano y a la región está intacta e inclusive revestida de más peligrosidad porque así son los animales acorralados: peligrosos. Confiemos en que este año se oficialice el fin de la dictadura y el castigo ejemplar para el resto de bandidos. 

PD: Las Farc emitieron un comunicado manifestando su apoyo a Maduro. Piedad Córdoba, Gustavo Petro, Clara López y el resto de dirigentes colombianos que han compartido mesa con el régimen venezolano aun no lo hacen pero no se preocupen porque sabemos donde tienen su corazón. 

@ANIABELLO_R

Publicado: enero 11 de 2019