La Democracia que debemos defender en el 2022

La Democracia que debemos defender en el 2022

Buena parte de nuestra democracia tiene su origen en la realización de elecciones libres, transparentes y competitivas. Este es el único mecanismo que nos garantiza que el pueblo tenga, voz y voto, mediante la representación, en los distintos órganos del poder público colombiano.

También hay que tener presente el funcionamiento que está basado en la división y el equilibrio de los poderes del Estado, tanto como el ejercicio de la vigilancia y el control que ejercen los ciudadanos sobre sus representados quienes deben actuar sujetos a lo que ordena la ley.

A pesar de los significativos e importantes avances alcanzados por Colombia después de la promulgación de la Constitución Política de 1991, aún tenemos algunos saldos pendientes en materia de participación y representación política. ¡El debilitamiento de lo público pasa factura!

Persiste en nuestro entorno el déficit de representatividad por cuanto aún están excluidos grupos poblacionales como el de las mujeres, los afrocolombianos y los indígenas. Seguimos construyendo una Democracia que busca reconciliar la relación entre los ciudadanos y los políticos.

Mejorar el nivel de representatividad del sistema político colombiano es, tal vez, la carta más importante que nos estamos jugando como Nación en las elecciones de 2022. En este sentido, resulta de la mayor importancia, garantizar la profundización de nuestro régimen democrático.

Los ‘cantos de sirena’ que entonan los representantes del populismo radical como el que desde hace dos años gobierna al Magdalena y tiene 11 años de estar instalado en Santa Marta, no nos puede llevar a ‘perder el rumbo’. Debemos derrotar el odio, las mentiras y la corrupción.

Faltan pocos meses para que en las urnas decidamos el futuro de Colombia, y por ende, del Magdalena. Este es un proceso en el que debe prevalecer el diálogo, la construcción de confianza y el repudio de lo que el populismo quiere que seamos: resentidos, amargados y rencorosos.

¡No más mentiras! La izquierda radical no construye sobre lo construido sino destruye lo construido. Son un espejismo; Santa Marta (hace una década) y Magdalena (entre 2020 y 2021) son la prueba. Siempre será mejor competir con las reglas de juego de la democracia y no con las del populismo.

@LuisMiguelCotes

Publicado: diciembre 31 de 2021

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