A la hermosa isla de San Andrés se la han venido robando sistemáticamente. El clan de los hermanos Ronald y Jack Housni Jaller han convertido al archipiélago en un botín político y económico propio.
La llave parecía invulnerable: durante tres periodos consecutivos, Jack Housni ocupó una curul en la cámara de Representantes con lo que afianzó su poder político con el que facilitó en 2014 la elección de su hermano Ronald como gobernador del archipiélago.
A pesar de las denuncias ciudadanas sobre la corrupción y el robo descarado de los dineros públicos, ninguna autoridad había querido o podido intervenir para efectos de parar ese saqueo que lideraban los cuestionados hermanos Housni Jaller.
Una de las banderas del fiscal general, Néstor Humberto Martínez ha sido el de la lucha contra la corrupción y San Andrés fue uno de sus objetivos. Gracias a la investigación adelantada durante los últimos 12 meses, se encontraron irregularidades en la adjudicación de contratos por más de $120 mil millones de pesos.
De acuerdo con la fiscalía, un grupo de contratistas que han sido favorecidos por el ahora exgobernador Ronald Housni pagaron sobornos del 10% para quedarse con las obras de construcción de colegios en la isla.
La fiscalía pudo determinar que la red de corrupción liderada por los hermanos Housni se habría quedado con por lo menos $11 mil millones de pesos, razón por la que el gobernador Ronald Housni, la exgobernadora Aury Guerrero y 9 personas más fueron capturadas.
Así mismo, se compulsaron copias a la corte suprema de justicia para que se adelante la investigación contra el excongresista Jack Housni, un furibundo santista que se ha hecho célebre por sus agresiones verbales al uribismo. Housni, tan vehemente cuando de insultar al Centro Democrático y a sus militantes y simpatizantes se trata, ha guardado silencio desde el momento en que su hermano fue capturado y la fiscalía ordenó que se investigara su participación en la red de corrupción que se robó buena parte del presupuesto de San Andrés.
La justicia cojea, pero llega. Los hermanos Hosuni, tan poderosos, altivos y alevosos durante el gobierno de Juan Manuel Santos creyeron que la justicia nunca los iba a parar. Se equivocaron, pues en la lucha contra la corrupción, el fiscal general de la nación no va a dar su brazo a torcer.
Publicado: octubre 10 de 2018
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