Jaque a los compositores

Jaque a los compositores

Ser compositor en Colombia no es fácil. La inestabilidad que se vive en el mundo de la música casi que genera los mismos problemas de la informalidad laboral. La bonanza de hoy es la incertidumbre de mañana y la única protección que tienen para no ver evaporados sus ingresos es el pago de los derechos de autor que realizan los establecimientos de comercio.

Digo esto a raíz de un proyecto de ley que actualmente cursa en el Congreso y que podría acabar con los músicos del País. En concreto, la iniciativa pretende que a los establecimientos no los puedan cerrar cuando incumplen con el pago de los derechos de autor, tal como sucede hoy en día.

Aunque puede haber un trasfondo bienintencionado en esta propuesta referente a disminuir los costos de producción de las empresas para incrementar la productividad y competitividad de los negocios, no es justo que tal propósito se logre a costa de sacrificar la única fuente permanente de ingresos de los compositores.

De hecho, en materia de derechos de autor tanto la normatividad internacional aplicable en Colombia como los tratados de libre comercio que ha suscrito el Estado con otras naciones desarrollan un amplio catalogo jurídico de protección a este tipo de creaciones artísticas, literarias, etc.

Lógicamente, incumplir estas disposiciones podría exponer al País a eventuales litigios, más aún cuando eliminar la sanción que acarrea el incumplimiento de la ley que exige este aporte le restaría por completo su eficacia. En otras palabras, nadie volvería a pagar, en la práctica sería el fin de esta contribución.

Además, el éxito de este proyecto significaría una enorme contradicción con la amplia agenda que ha desplegado el Gobierno Nacional durante estos tres años para potenciar la economía naranja en Colombia. De nada sirven los incentivos tributarios y los apoyos que en materia de crédito y financiación se le han dado al sector si desaparece la principal herramienta que existe para garantizar los ingresos de los compositores.

Por el momento, la iniciativa fue aprobada en primer debate en Cámara. Queda la discusión en plenaria y en Senado para que el Congreso escuche el afanoso llamado que están haciendo todos los músicos del País.

En especial, teniendo en cuenta que los espectáculos, conciertos y eventos llevan más de un año suspendidos y por como van las cosas su reapertura no será pronto. Los ingresos del sector musical prácticamente han desaparecido y se tardará demasiado para volver a ver las cifras que reportó esta actividad económica en 2019.

Acabar con esta contribución sería la estocada final que tendría la música en Colombia después del tremendo golpe que causó la pandemia. A las empresas hay que ayudarlas para que se fortalezca su modelo de negocio, pero sin sacrificar el legado y la subsistencia de miles de compositores y cantantes que tanto le han dado al País.

@Tatacabello

Publicado: abril 23 de 2021

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