«Las armas como mecanismo de presión política fueron rechazadas»

«Las armas como mecanismo de presión política fueron rechazadas»

Iván Duque habla del diálogo entre el uribismo y el gobierno. Anuncia a Alicia Arango como su jefa de debate.

LOS IRREVERENTES. El presidente Uribe designó a los 3 precandidatos uribistas para que integren la comisión que dialogará con el gobierno de Santos observado el resultado del plebiscito. ¿Cómo van a hacer para cumplir esa misión encomendada sin confundir los papeles, evitando que esta tarea se convierta en una acto de campaña política de usted y sus contendores?

IVÁN DUQUE MÁRQUEZ.  Los 3 precandidatos hemos mantenido un muy buen ambiente de trabajo. Aquí se requiere un pacto de caballeros para cumplir esta tarea por encima de nuestras ambiciones personales. Por eso, les propondré a los doctores Zuluaga y Trujillo que suspendamos temporalmente el ejercicio de las precandidaturas y nos concentremos en cumplir exitosamente esa tarea.

L I. ¿Cuánto tiempo va a durar esta misión que les puso el presidente Uribe?

I D M. Tenemos que organizar en la mayor brevedad una reunión con todos los sectores que han hecho parte del NO. Debemos reunirnos con el presidente Pastrana, con la doctora Martha Lucía Ramírez, el exalcalde Jaime Castro, Juan Lozano y por supuesto con el doctor Alejandro Ordóñez para que nos escuchemos y sobre esa base empezar a abrir los canales de diálogo con el gobierno nacional.

Así mismo, debemos organizar una hoja de ruta que incluya cada uno de los puntos sobre los cuales hicimos pedagogía durante la campaña plebiscitaria.

Sobre la temporalidad, puedo decir que tenemos que avanzar con rapidez pero sin afanes.

L I. Lo delicado en este punto es que el presidente Santos tuvo una reunión con los congresistas aliados de su gobierno y dejó en claro que al acuerdo de las 297 páginas no se le cambiará una sola coma. ¿Aquello no hace que el esfuerzo que ustedes harán sea inane?

I D M.  En el senado hemos preguntado si el gobierno tiene la voluntad de llegar a un consenso y a un acuerdo nacional que empiece porque el gobierno acepte el veredicto de las urnas y por esa vía aceptar las modificaciones que corresponda a los acuerdos.

Una actitud que no vaya en ese sentido, nos demostrará que el presidente estará dejando de escuchar la voz de la mayoría ciudadana expresada en un proceso plebiscitario que él convocó.

L I. ¿Por qué creer que Juan Manuel Santos ahora sí va a oír a la oposición, cuando durante todos estos años la ha despreciado, la ha caricaturizado, ha hecho caso omiso de todas las recomendaciones y sugerencias que se le han hecho frente al proceso de paz? ¿Si antes no los oyeron, si antes los trataron como los amigos de la guerra, por qué creer que ahora sí los van a oír?

I D M. Estoy de acuerdo con que uno de los errores más graves de este gobierno fue el haber ignorado las voces de millones de colombianos que estaban pidiendo correcciones a los acuerdos, inclusive antes de que éstos se firmaran. El presidente nunca quiso oírnos.

En este momento, tenemos un pronunciamiento del pueblo colombiano que alcanzó na votación que supera el umbral del 25% del censo electoral necesario para aprobar un referendo.

Aquello le dice al presidente Santos que los colombianos salimos a votar y que el sentimiento mayoritario es clarísimo: los acuerdos deben ser corregidos.

L I. Los miembros de las Farc andan diciendo desde La Habana que el resultado del plebiscito no es vinculante en materia jurídica. Las Farc desconocen el veredicto popular y el fallo de la Corte Constitucional.

I D M. Acaso quién le dijo a las Farc que un acuerdo especial los autorizaba a ellos a modificar el orden constitucional del país. Si fue el gobierno, entonces estaríamos ante la situación de que los enviados del presidente Santos les dijeron a los miembros de la guerra que el plebiscito era una simple ritualidad.

En este momento es importante que se entienda que un acuerdo especial solamente tiene efectos en el marco del derecho internacional humanitario.

L I. La doctrina de la Seguridad Democrática es, en su esencia, una política de paz que durante el gobierno de Uribe resultó exitosísima. El más grande proceso de paz de la historia de Colombia tuvo lugar durante los 8 años de la Seguridad Democrática. Se desarticularon y sometieron a la ley de Justicia y Paz todas las estructuras de autodefensa y, además, se propició la desmovilización individual de más de 18 mil guerrilleros de las Farc y el Eln. Todo ello bajo la batuta de Luis Carlos Restrepo.

I D M. Por el doctor Luis Carlos Restrepo tengo una profunda admiración y respeto. Creo que es uno de esos colombianos que ha entregado su vida para conseguir la paz y para promover el desarme, la desmovilización y la reinserción de los grupos armados ilegales.

El conocimiento, la experiencia y la trayectoria del doctor Luis Carlos Restrepo debe ser valorada y escuchada no solo en el Centro Democrático sino en el país entero. Colombia tiene una enorme deuda de gratitud con una persona que logró sacar adelante un proceso de paz muy complejo.

La imagen, el conocimiento y la trayectoria del doctor Luis Carlos Restrepo deben ser valoradas.

L I. El gobierno de Santos quedó lesionado. Su gobernabilidad está herida y posiblemente nunca pueda recuperarse. ¿Usted descarta la posibilidad de que el presidente renuncie o que se llegue a un acuerdo nacional tendiente a la modificación del calendario electoral para efectos de adelantar las elecciones presidenciales?

I D M. Yo creo que los países deben tratar de acoplarse a sus lineamientos institucionales y en Colombia la presidencia de la República tiene un periodo institucional. La crisis de gobernabilidad que sufre el gobierno, ha sido detonada por el propio gobierno. Santos nunca escuchó a una parte muy importante del país. Convocó a un plebiscito, excluyendo a un sector de la población al cual llamaron durante mucho tiempo como “los enemigos de la paz”.

Creo que la propuesta que hizo el Centro Democrático de formar ese acuerdo nacional sobre temas fundamentales es, de alguna manera, un espacio para que el país no pierda el orden institucional ni la gobernabilidad institucional. Santos, en vez de mostrar vanidad, debe demostrar grandeza y estar dispuesto a escuchar estas voces.

 L I. El domingo se demostró que las condiciones para la paz las debe fijar la población civil desarmada y no los grupos violentos.

 I D M. El punto de partida es que las Farc entiendan que si ellos tienen vocación de paz, ésta debe ser materializada en un Estado de derecho que tiene una Constitución y unas normas que no se pueden manosear.

La primera lección que las Farc deben aprender es que los colombianos rechazamos que las armas sean utilizadas como mecanismo de presión política.

L I. Ahora que usted hace parte de la comisión que tendrá que sentarse a dialogar con los delegados del presidente Santos, no se descarta que en el algún punto de esas conversaciones se plantee la opción de que tengan que ir a Cuba a hablar con los terroristas de las Farc.

I D M. Ese es un escenario que en este momento es prematuro abordar porque aquello implicaría una decisión de partido. En principio le digo que yo nunca he estado de acuerdo con esa peregrinación de funcionarios públicos a La Habana. Creo que si se logra un gran acuerdo nacional primero con el gobierno y luego con los demás partidos políticos no se necesita hacer ningún tipo de viaje porque las Farc tendrán que acoger el resultado de ese acuerdo.

L I. Diversos sectores del uribismo reconocen que usted jugó un papel excepcional en la campaña plebiscitaria que acaba de terminar. Consideran que su desempeño en los foros académicos como en los debates políticos fue maravilloso. ¿Usted cómo se sintió en la arena electoral?

I D M. Me sentí muy contento, complacido de ser miembro del Centro Democrático, de haber tenido debates académicos y políticos de muchísima altura y exigencia. Para mí, el balance de un proceso donde hemos recorrido el país defendiendo no solamente nuestros principios y nuestras convicciones sino lo que esperamos que sea Colombia en el futuro, es muy positivo.

Durante la campaña plebiscitaria pude confirmar la importancia que tiene para nuestra democracia el contacto directo con la ciudadanía.

L I. Hace algunas semanas en una entrevista con LOS IRREVERENTES, nos dijo que pasado el plebiscito, a través de este portal, daría a conocer el nombre de la persona que será su jefe de debate en la campaña presidencial. Yo no puedo terminar esta entrevista sin recordarle ese compromiso. ¿Quién va a ser su jefe de debate?

I D M. Soy un hombre de palabra y cumplo mi palabra. Estoy muy complacido porque le vamos a hacer un homenaje a una mujer que ha sido fundamental en el uribismo, una mujer que participó activamente en la obra de gobierno del presidente Uribe, una mujer que ha tenido una gran experiencia internacional. Ella representa el talante de la mujer colombiana y de la mujer costeña. La jefa de debate de mi campaña será la doctora Alicia Arango Olmos.

L I. Se trata de una uribista “triple a”. ¿Ella ya le aceptó la designación?

I D M. Estoy muy contento con que ella me haya dado el sí.

@IrreverentesCol