Gabriel Rodríguez: Hacer un nuevo acuerdo

  Dicen los expertos que la decisión de los colombianos es necesaria para garantizar una paz justa, estable y duradera.

Después del resultado plebiscitario el acuerdo de La Habana tiene que ser cambiado. En Irlanda tuvo que hacerse varias veces hasta llegar al acuerdo definitivo. Según se le entiende al asesor Enrique Santiago si es posible ser modificado, porque lo político debe estar por encima de lo jurídico. Y porque el acuerdo contempló que para aprobarlo debía ser refrendado positivamente por los colombianos.

Fue el mismo partido de Juan Manuel Santos el que radicó una ley estatutaria para reglamentar el plebiscito como mecanismo de participación que lo refrendaría. Por lo tanto el acuerdo general para la terminación del conflicto con las Farc deberá reconocer que el triunfo del NO lo invalida y el acuerdo por lo tanto no existe.

Las Farc, por su parte, dicen que los acuerdos firmados son inmodificables y que ya fueron registrados en la ONU y en Suiza como un tratado humanitario internacional. En la práctica, este dilema tiene que resolverse política y no jurídicamente, y así debe ser, porque el compromiso de la paz no es con los suizos, ni noruegos, ni con el derecho internacional, si no con nosotros mismos.

Sin embargo para resolver la tesis de la aprobación expertos como el eminente constitucionalista Rafael Nieto Navia dice: “este no es un acuerdo internacional, de manera que no se le puede aplicar las reglas internacionales. El enviarlo a Suiza y depositarlo en los convenios de Ginebra, no le da valor a nada, porque su validez está sujeta a la aprobación del plebiscito, como tampoco podrá ser incorporado a la legislación interna colombiana”.

También dice la especialista en derecho público internacional, la abogada Heidi Abuchaibe: ”al haber ganado el NO el acto legislativo no entra en vigencia y la protocolización que se hizo ante la ONU no deja de ser un acto meramente político, que no tiene efectos jurídicos para el estado colombiano”.

También ha señalado el guerrillero Carlos Antonio Lozada: “estamos seguros de que va a ganar el pronunciamiento masivo del pueblo colombiano, refrendando los acuerdos, pero si llegara a producirse la victoria del NO, pues no consideramos que eso tenga que dar al traste con el proceso, de todas formas no veo a la guerrilla de nuevo en la guerra”. Este mensaje, cargado de gran significado, ratifica que las Farc acepta la jurisdicción de la Corte Constitucional que definió que el mecanismo de refrendación es el plebiscito. Y es el mecanismo que le dará su aprobación, y que cualquiera que sea el resultado este será  vinculante y generará absoluta legitimidad.

Dicen los expertos y es de sentido común que la decisión de los colombianos es necesaria para garantizar una paz justa, estable y duradera.

En todo caso la consulta preguntaba: ¿Apoya usted el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera?”. Y el pueblo respondió contundentemente que NO.

 

@rodrigueztorice