Fajardo en problemas

Fajardo en problemas

Cuando un político se presenta a si mismo como el purificador y el hombre impecable que luchará contra la corrupción y contra las prácticas oscuras en la administración pública, tiene que estar dispuesto a que se haga un escrutinio pormenorizado de su proceder.

Hace algunos días la exmujer de Sergio Fajardo, la psiquiatra Lucrecia Ramírez aseguró en su cuenta de Twitter que “me consta que él [Fajardo] no sabe de verdad, justicia y reparación. Por eso dice tan campante que pasemos la página. Es que de verdad no entiende. Ha conseguido que TANTAS veces en su vida privada pasen la página, que está convencido que en el mundo público también le van a hacer caso”.

En apariencia pareciera que se trata de un mensaje desesperado de una mujer despechada y engañada que utiliza una red social para ventilar asuntos privados de su expareja que ahora convive con la excanciller de Santos, la santista María Ángela Holguín. 

Pero el asunto va mucho más allá y obliga a que la anotación de la médica Ramírez sea entendida como un asunto delicado que eleva un interrogante sobre el talante de quien se muestra como el renovador de la política colombiana, a pesar de haber estado en el ejercicio público durante buena parte de sus 65 años. 

Las desavenencias entre Fajardo y Ramírez son asuntos de su intimidad. Lo demás si debe ser aclarado. ¿Cómo así que el doctor Fajardo, defensor a ultranza de los diálogos con ilegales no conoce a profundidad los alcances de la verdad, la justicia y la reparación, elementos fundamentalísimos para el resarcimiento pleno de las víctimas de la violencia? 

El trino de la médica Ramírez se produjo en respuesta a una opinión expresada por Fajardo Valderrama en la que sostenía que había que “pasar la página” respecto del radicalismo que se registra en Colombia. 

En otro trino, sin mencionar con nombre propio a quien durante muchos años fue su pareja, la doctora Lucrecia Ramírez escribió: “…les decía que aquel hombre excepcional de Colombia, esconde a una hija producto de una relación extramarital con una mujer mucho menor que él y la ‘repara’ con una casa y un carro. Como cualquier otro pobre machito del mundo. ¡Qué decepción!”. 

Algunos aseguran que la médica está refiriéndose al caso del escritor García Márquez. Pero la duda sobre Fajardo queda extendida y, dado que se trata de un tema tan importante como el de la paternidad responsable, tanto la médica como el candidato deben esclarecer la situación con el fin de despejar las dudas. 

Lo cierto es que el señor Sergio Fajardo no es una persona de fiar y de eso da cuenta la forma como se expresa quien hizo vida marital con él durante más de una década. Una persona cuya vida privada está colmada de máculas difícilmente puede liderar un gobierno transparente y honrado. Así que una cosa es el Sergio Fajardo que aparece en entrevistas, impostando un tono sereno y pausado y otra muy distinta es el Fajardo real: vanidoso, egocéntrico y lleno de inseguridades, defectos que lo convierten en una persona poco confiable tal y como indica su expareja Lucrecia Ramírez. 

@IrreverentesCol

Publicado: enero 24 de 2022

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