La periodista Vicky Dávila tuvo acceso al mismo y, por tratarse del proceso judicial más importante de las últimas décadas, tomó la acertada decisión editorial de publicar la totalidad de la foliatura, con sus audios y demás, sin hacer la menor edición.
Aquello, aunque puede llegar a ser tedioso por su extensión, es fundamental pues los colombianos tendrán la posibilidad de conocer las pruebas que realmente obran en el proceso, sin sesgos ni ediciones, o filtraciones malintencionadas cuyo propósito sea el de generar la percepción de que el expresidente es culpable de los delitos por los que está siendo investigado.
Hasta ahora, han sido reveladas dos piezas fundamentales. La primera de ellas, el interrogatorio amañado y totalmente dirigido que una activista de la izquierda al servicio de Barceló, le hizo al falso testigo Juan Guillermo Monsalve.
En efecto, la exmagistrada auxiliar Sandra Lucía Yepes Arroyave, conocida de autos por su estilo marrullero y corrupto de adelantar las investigaciones judiciales, se encargó de interrogar a Monsalve sin rigor ninguno y con el claro propósito de dirigir sus respuestas.
- Importante que lea Don Iván
También fue revelada la totalidad de la indagatoria del presidente Uribe, diligencia que tuvo lugar el 8 de octubre del año pasado y que estuvo en manos del cuestionado magistrado Cesar Augusto Reyes Medina, sujeto que está en mora de responderle al país por sus vínculos con ‘Don Iván’, pero sobre todo con la mujer de él, la comunista extrema Blanca del Pilar Rueda Jiménez con quien trabajó en la Defensoría del Pueblo y como consultor en unos proyectos financiados por USAID -la agencia de cooperación del gobierno de los Estados Unidos-.
La amistad íntima entre la Rueda y Cesar Augusto Reyes, cercanía de la que dan cuenta excompañeros de trabajo de ellos era motivo suficiente para que ese sujeto fuera recusado y apartado del caso del presidente Uribe.
El sesgo con el que ha procedido es evidente. El exmandatario no está privado de la libertad como consecuencia de una decisión judicial legítima. Hoy, él tiene limitado su derecho a la locomoción producto de un entrampamiento político disfrazado de fallo judicial.
Por eso, el doctor Uribe no es nada distinto que un secuestrado. Él es un hombre que no ha cometido una sola contravención a la ley. No hay en el expediente prueba que indique que él ordenó, cohonestó o participó en el soborno de testigos, delito que efectivamente sí se ha perfeccionado, pero por parte del senador Cepeda, alias ‘Don Iván’.
A lo largo de los últimos meses, el magistrado Reyes -muy cercano a la fábrica de noticias ‘Noticias Uno’- se dio a la tarea de hacer filtraciones de pedazos del expediente, con el fin ilegal de crear una realidad ficticia que le facilitara llevar a cabo el secuestro del presidente Álvaro Uribe.
Uno de los principales beneficiarios de esas filtraciones fue Daniel Alfonso Coronel Castañeda, conocido de autos por su militancia política en las filas del antiuribismo.
Así, se llegó al extremo inaudito de publicar audios en los que alevosamente se cambiaban las palabras para alterar dramáticamente el contenido de las conversaciones. Reyes, hábilmente, selló una alianza con Coronel para confeccionar una falsa apreciación de los hechos con el propósito de engañar a la opinión pública.
Aquello explica porqué uno de los más encolerizados con la publicación del expediente de Uribe sea, precisamente, Coronel Castañeda.
La verdad debe brillar. Claro que estos son momentos dolorosos y oscuros. La injusticia y la iniquidad producen dolor y desasosiego. Pero el simple hecho de que el expediente empiece a ser revelado, sin ediciones, es una luz de esperanza, pues Colombia entera tendrá oportunidad de constatar con sus propios ojos y oídos el tamaño del ignominioso montaje contra el doctor Uribe Vélez.
Publicado: agosto 30 de 2020
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