Remberto Merlano es conocido en Colombia como el zar del alumbrado público. A través de sus empresas, Diselecsa Ltda. e Ingeniería, Suministros y Montajes –ISM-, tiene el control del alumbrado en Neiva, Barranquilla, Sincelejo, Cúcuta y Girardot.
En múltiples ocasiones, ha sido cuestionado por su proceder empresarial, razón por la que sus compañías han tenido que responder ante tribunales, como efectivamente sucedió hace algunos años en el municipio de Neiva.
La capital huilense, luego de un estudio del contrato de concesión celebrado entre el municipio y la empresa Diselecsa, consideró que existía un desequilibrio de miles de millones de pesos razón por la que acudió a un tribunal de arbitramiento que resolviera el asunto. A través de un laudo, la empresa de Merlano fue conminada a reembolsarle 11 mil millones de pesos a Neiva.
A través de argucias jurídicas –el abogado de cabecera de Merlano era el hoy cuestionado magistrado de la Corte Constitucional Alberto Rojas Ríos- logró tumbar el laudo arbitral, volteando el asunto de tal manera que Neiva estuvo a punto de perder más de 360 mil millones de pesos. El caso aún sigue sin resolverse.
Aquel no es el único interrogante que pesa sobre el empresario Remberto Merlano. A comienzos de siglo, el país se escandalizó por cuenta de la corrupción que rodeó la obra del tendido eléctrico en la Isla de San Andrés. El proyecto, que costó $1200 millones de pesos resultó ser un verdadero fiasco. La obra se hizo a espaldas de las especificaciones técnicas, utilizando líneas de conducción caducas, paralelas a la pista de aterrizaje del aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla. Al final del día, hubo que demoler todo lo que le fue contratado a la empresa de Merlano, Diselecsa.
Remberto Merlano, conocido como “el zar del alumbrado público de Colombia”
El petrolero
En los últimos años, el zar del alumbrado público ha puesto sus ojos en el petróleo. Para lograr una eficaz incursión en la industria de los hidrocarburos, Merlano quien no tenía ninguna experiencia en esa materia requirió de los servicios profesionales de la doctora María Inés Romero Rivera, una venezolana que es, sin dudas, una de las mejores consultoras a la hora de buscar nuevas alternativas de negocios en el sector petrolero.
El campo “Remanso” está ubicado en el Magdalena Medio colombiano. Era de propiedad de una compañía que se llama Comtrol y estaba para la venta. La empresa Faro Energy se mostró interesada en adquirir dicho pozo, pero no tenía el dinero suficiente, razón por la que se dio a la búsqueda de un socio de capital.
María Inés Romero, que estaba investigando por opciones de negocios atractivos para Merlano, vio una oportunidad y facilitó una negociación que llegó a buen puerto. Luego de muchas maniobras comerciales y movimientos que no fueron del todo claros, el zar del alumbrado público, después de desembolsar alrededor de 12 millones de dólares, se quedó con el yacimiento que según los estudios tiene unas reservas probadas de 7 a 8 millones de barriles.
El campo “Remanso” hoy cuesta alrededor de $84 millones de dólares
En la negociación, se acordó que Merlano le entregaría a María Inés Romero, en reconocimiento por la facilitación del negocio y la mediación en el mismo, un porcentaje accionario de la sociedad que operaría el campo. Así mismo, Faro Energy, empresa que estructuró el proyecto, debía quedarse con una participación equivalente al 10% del negocio, además de tener un rol en la operación del campo “Remanso”.
Nada de aquello se cumplió. Merlano, de acuerdo con lo que le dijo María Inés Romero aLOS IRREVERENTES, “le incumplió desde el comienzo. Después de un pulso desgastante, en el que tuve que contratar los servicios profesionales de una firma de abogados, logré que me pagara $400 mil dólares. Pero ahora, que me debe $2 millones de dólares, no quiere pagar. Nunca respondió mis mensajes ni llamadas, razón por la que me vi obligada a contratar los servicios profesionales de una firma de abogados”.
Por su parte, el ingeniero José Luis Acevedo, representante de Faro Energy, le reveló a LOS IRREVERENTES que Merlano, pasados más de 5 años de la negociación no ha querido reconocer la participación a que tiene derecho su empresa.
En palabras suyas, “aunque hay suficientes soportes documentales del acuerdo al que Faro Energy llegó con el señor Merlano, él no ha querido reconocer que a nosotros nos corresponde el 10% de ese proyecto”.
Y no se trata de un negocio menor. De acuerdo con la versión de Acevedo, hoy el campo “Remanso” con base en las reservas probadas del mismo -7 u 8 millones de barriles- puede costar alrededor de $84 millones de dólares.
Pleito a la vista
Por su parte, Remberto Merlano, quien también habló con LOS IRREVERENTES, explicó que su actuación en ese negocio ha sido transparente y que ha cumplido todos sus compromisos. Alega que la suma de dinero que le debe a María Inés Romero es mucho menor de lo que ella dice, asunto que es de competencia privada de ellos dos y seguramente la respuesta se conocerá como resultado del proceso judicial que se avecina.
En efecto, esta diferencia comercial dará pie a un pleito en el que Romero, a través de su abogado, denunciará a Merlano por los delitos de estafa agravada y falsedad.
Merlano no se queda atrás. Ante la eventualidad de una denuncia, le confirmó a LOS IRREVERENTES que dará poder al abogado Jaime Lombana para que lo defienda. Así pues, en las próximas semanas comenzará un proceso judicial en el que se encontrarán dos de las más importantes firmas penalistas de Colombia: “Lombana Villalba Abogados” y “De La Espriella Lawyers Enterprise” que representará a María Inés Romero.
Así mismo, la empresa Faro Energy se sumará al pleito, con el ánimo de reestablecer sus derechos y defender sus intereses.
Uno de los asuntos que más preocupa a las partes demandantes es el que tiene que ver con la situación del yacimiento en litigio. En efecto, tal y como consta en el boletín de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, “Remanso” figura como un campo “con inicio de procedimiento de incumplimiento”, lo que significa que hay un riesgo muy grande de que la ANH le retire a Merlano los derechos que tiene sobre ese campo.
Así mismo, no ocultan su extrañeza por el hecho de que los 3 administradores del campo sean personas con ninguna experiencia en la industria petrolera. Uno de ellos es el controvertido exconcejal de Bogotá Rafael Alberto Escrucería, hijo del cuestionado dirigente político Samuel Escrucería Manzi –condenado por el delito de Peculado-.
Lo que en principio pareciera una diferencia comercial entre particulares, está a punto de convertirse en una noticia judicial en la que, una vez más, estará en el medio el nombre de Remberto Merlano, convertido ahora en el zar de las maniobras.
@IrreverentesCol