El Tejemaneje

El Tejemaneje

Santos sigue desplomándose en las encuestas. Iván Duque empieza a ser medido y tiene un camino muy largo por recorrer.

Santos continúa desplomado en las encuestas

Las cosas no pintan bien para el presidente y Nobel, Juan Manuel Santos quien sigue sumando impopularidad y rechazo del pueblo colombiano.

Desde su llegada al poder el 7 de agosto de 2010, Santos ha dilapidado la maravillosa herencia política que le dejó el presidente Uribe. Basta con revisar la más reciente encuesta de Gallup, en la que se miden diferentes factores y asuntos, para descubrir que este es, de lejos, uno de los gobiernos más fallidos de la historia reciente de Colombia.

De acuerdo con el estudio, el 80% de los colombianos cree que la corrupción ha empeorado, el 78% considera que la economía anda por mal camino y el 89% se queja porque el costo de vida ha aumentado.

En casi ningún indicador el gobierno sale bien librado. El 77% de la gente siente que la inseguridad ha crecido, el 84% manifiesta que la calidad y el cubrimiento de la salud son malos. El ítem por el que el gobierno resulta bien calificado es el de vivienda popular, tarea que está desarrollando el vicepresidente Germán Vargas Lleras. En efecto, el 60% de los encuestados dice estar satisfecho con esa gestión, mientras que el 27% no lo está.

Respecto a la aprobación del gobierno, el 60% desaprueba y el 34% aprueba. En los primeros meses de su gestión (2010), Santos tenía una aprobación del 82%.

Valga en este punto hacer un paralelo. Durante los 8 años del gobierno del presidente Uribe su aprobación más baja fue del 68%. La aprobación más alta de Santos, desde 2010 fue del 52% (en noviembre de 2015).

Favorabilidad de los líderes de la oposición

De acuerdo con Gallup, el exprocurador y seguro precandidato Alejandro Ordóñez tiene una imagen favorable del 35% y desfavorable del 27%. El presidente Uribe tiene el 54% de favorable y el 41% de desfavorable.

El precandidato uribista Carlos Holmes Trujillo registra un 24% de imagen favorable y 19% de desfavorable. Por su parte, Iván Duque, quien es medido por primera vez, aparece con un 11% de imagen favorable; un porcentaje similar tiene en desfavorabilidad.

El que sí resulta muy mal en la encuesta es Óscar Iván Zuluaga con un desfavorable del 38% y un favorable del 37%. Ese resultado refleja que el haber trabajado mancomunadamente con un hacker en su campaña de 2014 para hacerle trampa a sus rivales, es un costo que seguirá teniendo que pagar tanto en el terreno judicial como en el político.

Camino por recorrer

Lo interesante de esa encuesta para los precandidatos uribistas es que tienen por delante mucho camino por recorrer y muchos corazones por conquistar.

El escenario que se le ofrece a Iván Duque resulta muy beneficioso. Es un hombre joven, muy bien preparado, con criterio sólido frente a los temas fundamentales de la nación y que además goza de la confianza absoluta del presidente Uribe.

Una vez arranque en forma a recorrer al país y a transmitir su mensaje, Duque empezará a crecer en reconocimiento y seguramente en favorabilidad. Si diseña su campaña como en su momento hizo Álvaro Uribe en 2001, experimentará un efecto similar. Tiene todo para convertirse en una verdadera figura con opciones reales de ser el candidato del Centro Democrático.

Algo igual le sucede a Carlos Holmes Trujillo. Sin ser nuevo en el escenario político, ha demostrado ser coherente con las ideas del uribismo. Tiene ganas y se ha ganado el respeto y afecto de un sector importante del Centro Democrático.

Aplicando la fórmula infalible de Álvaro Uribe: trabajar, trabajar y trabajar, Iván Duque o Carlos Holmes Trujillo tienen todo para constituirse en candidatos fuertes con opciones reales de victoria. Aún falta mucho tiempo para que se lleve a cabo la elección presidencial lo cual es muy bueno para un candidato que empieza desde abajo en las encuestas: todo lo que haga será ganancia. Mientras que aquellos que empiezan la carrera muy arriba, difícilmente se mantienen y la experiencia ha mostrado que casi siempre se desploman en el camino.

El que no tiene un panorama claro es Zuluaga que arrastra un pesado lastre y a quien sus aliados de otrora empiezan a tenerle pereza, hecho que se hace ostensible en la bancada de senadores y representantes. Muchos de los que hasta hace poco eran entusiastas de la candidatura de Oscar Iván, en los últimos días se han mostrado distantes y poco animados.

@IrreverentesCol