La primera dama, doña María Juliana Ruiz ha observado una gran prudencia y ha procurado mantenerse al margen de los medios de comunicación, concentrándose el cumplimiento de las funciones propias de su dignidad.
La semana pasada, fue objeto de unos cuestionamientos injustos por cuenta de un desplazamiento que realizó en el avión presidencial, en compañía de sus pequeños hijos y de un par de amigos de ellos, para efectos de reunirse con el presidente de la República, quien se encontraba en la zona cafetera. El propósito: celebrar el cumpleaños de la hija menor de la familia Duque Ruiz.
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Daniel Samper Ospina, conocido de autos por su agresividad contra el uribismo y su proclividad por violar los derechos de los niños, fiel a su estilo de “payaso”, se valió del episodio para desatar su ira contra el presidente Duque, su esposa y, lo que es aún más delicado, contra los 3 hijos menores del primer mandatario.
Tratando de sacar provecho económico de la situación, Samper Ospina lanzó un trino promocionando su juego de mesa, burlándose del viaje de los hijos menores del presidente y poniendo su fotografía, publicación que es violatoria del código del menor, habida cuenta de que la identidad e imágenes fotográficas o de video de los niños no puede publicarse en ningún medio masivo, sin la autorización de los padres de los mismos.
Luego de ese bochornoso episodio, protagonizado por quien en el pasado -y en aras de ganar adeptos y promover sus productos o hacer chistes de mal gusto- ha pisoteado la dignidad de otros niños, como efectivamente sucedió con la pequeña hija de la senadora uribista Paloma Valencia, a quien Samper matoneó infame y cobardemente, burlándose de su nombre, la primera dama, en una admirable muestra de honor y dignidad, grabó un video en el que resaltó la importancia de proteger los derechos de los niños colombianos.
“Por convicción, como principio de vida y desde que asumí el rol de primera dama, decidí abanderar la defensa irrestricta de los derechos de los niños, las niñas, los adolescentes y los jóvenes de nuestro país… No podemos permitir que, bajo ningún rótulo, religión, ley o ideología, se abuse, se atropelle, se maltrate o se violente a ningún niño”.
Y sin decirlo de manera expresa, la primera dama lanzó un mensaje muy claro respecto del episodio protagonizado por Samper Ospina: “No es posible que [los niños] sean forzados a trabajar, que se vean expuestos a circunstancias violentas o riesgosas, ni muchísimo menos explotados o usados para fines comerciales, o convertidos en noticia, en tendencia o sujetos para incrementar el rating en seguidores…”.
Al final de su mensaje, doña María Juliana, invitó a toda la sociedad para unirse en la defensa de los derechos de los niños.
Samper Ospina, que tiene la costumbre de agredir a quienes le viene en gana escudándose tras su condición de “humorista”, ha quedado una vez más en evidencia por su canalla costumbre de enfrentar a sus enemigos políticos, a través del maltrato y la violación de los derechos de los hijos de aquellos que no gozan de su simpatía.
Publicado: febrero 17 de 2020
Señora Maria Juliana, usted sabe que la envidia y la estupidez son atrevidas. Los comentarios de esa clase de personas no valen la pena, recuerde que en la familia de ese tipejo todo es podredumbre. Brillan por su ramplonería y por su proceder sin escrúpulos. El tío de este atrevido payaso, es un ladrón pero para ellos es lo habitual, por eso es que trata de distraer con estupideces, su falta de honestidad.
Ya quisiera ese desafortunado ser, tener la decencia e inteligencia que en usted y su familia sobran.
Lo dicho, esa cosa de Samper es un digno representante de la bajeza moral que sufre esa maldita familia. Poco hombre y muy desubicadito, el cafre…
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