En el montaje que se ha erigido en contra del presidente Uribe, hay muchas dudas y algunas certezas. Entre las segundas, se cuenta con las pruebas suficientes para concluir que efectivamente el senador comunista Iván Cepeda montó una verdadera empresa criminal dedicada a conseguir testigos falsos en contra de Uribe.
En el año 2015, el entonces procurador general de la nación, Alejandro Ordóñez, firmó el auto número IUC-2015-661-687532 a través del cual le formuló pliego de cargos a Iván Cepeda por solicitarle a los exparamilitares Ramiro de Jesús Henao Aguilar y Gabriel Muñoz Ramírez “que declararan en contra del expresidente de la República Álvaro Uribe Vélez, para lo cual, a pedido del congresista, tendrían que exponer determinados hechos que no les constaba a los entrevistados, en donde también el congresista prepararía la versión de estos testigos, ofreciéndoles, a cambio de todo ello, algunos beneficios”.
En el expediente contra Cepeda, al que tuvieron acceso LOS IRREVERENTES, se encuentra la forma brutal como el senador comunista intentó manipular a esos dos exparamilitares presos en la cárcel de Itagüi para que mintieran contra Uribe.
Gabriel Muñoz Ramírez, perteneció durante 4 años al denominado Bloque Metro de las AUC. Operaba en esa estructura criminal con el alias de “Castañeda”. Fue capturado por las autoridades y condenado a 40 años de prisión, por la comisión de más de 500 homicidios.
De acuerdo con el testimonio de alias “Castañeda”, un día Iván Cepeda se presentó en la cárcel de Itagüi en compañía de su abogada, la señorea Mercedes Arroyave y dos escoltas –una visita bastante intimidante-.
Sobre aquel encuentro, el exparamilitar declaró que Iván Cepeda le dijo lo siguiente: “Bueno Gabriel [en referencia a alias “Castañeda”], yo quiero que usted, que usted me apoye sobre un proceso o sobre unas cosas que tengo con el doctor Álvaro Uribe (…) A usted lo han sacado mucho de esta cárcel. Yo le doy un papelito a usted y le anoto qué es lo que va a hablar del doctor Álvaro Uribe (…). Yo lo pongo a vivir en una cárcel, en donde usted quiera y le traslado a la familia pa’ otro país (…) Yo le traslado lo que sea”.
Según lo narrado por el testigo, Cepeda estuvo durante 15 o 20 minutos presionándolo y tratando de convencerlo de que testificara falsamente contra el expresidente Uribe. Al final, alias “Castañeda” le dijo al congresista comunista que “vea doctor, me perdona, pero usted lo que tiene es una guerra con Álvaro Uribe políticamente”.
La propuesta de Cepeda, se concentraba en que “Castañeda” dijera que Uribe hacía política en un lugar llamado San José, apoyado por los paramilitares alias “Doble Cero “ y “Jota”, quienes eran los principales cabecillas del Bloque Metro.
Al ver que alias “Castañeda” no se había prestado para ese montaje, Iván Cepeda continuó buscando otro falso testigo en la cárcel de Itagüi que también hubiera pertenecido al Bloque Metro. Llegó hasta Ramiro de Jesús Henao Aguilar, también condenado a 40 años de prisión, luego de que la justicia pudiera probar que él participó en el homicidio de más de 300 personas.
Conocido con el alias de “Simón”, Henao Aguilar fue contactado por Cepeda quien le aseguró que podría ayudarle a hacer entrega formal de unas fosas donde estaban inhumados los cuerpos de algunas de sus víctimas.
Habló telefónicamente con Cepeda, quien le propuso una reunión personal en la cárcel. Dicho encuentro se produjo y tuvo lugar en la oficina del director del centro penitenciario. Cuando el exparamilitar empezó a hablar de las fosas que quería entregar, Cepeda “le dijo que no le interesaba para nada este tema y lo que le propuso era que le sirviera de testigo contra Álvaro Uribe Vélez”. En palabras de Henao Aguilar: “Él [Iván Cepeda] me propone que, por favor, que él lo que necesitaba era que yo le sirviera de testigo contra el doctor Álvaro Uribe Vélez; que me dejara grabar un video; que me dejara grabar (…); que él me decía qué dijera (…). Como yo estuve en un operativo que hicimos a principios del 97, donde se le dio muerte a unos guerrilleros, entonces me dijo que me dejara grabar un video donde yo dijera que el doctor Álvaro Uribe Vélez había estado en una finca y que había cacheteado a un guerrillero, un guerrillero de nombre Juan Pablo; que ese guerrillero que supuestamente se le había llevado unas cosas de una finca ‘Guacharacas’ al doctor Uribe. Entonces, que yo me dejara grabar un video, en donde yo atestiguara que Álvaro Uribe había estado y había ordenado la muerte de ese guerrillero”.
Esos dos testimonios, que sirvieron para que el entonces procurador Ordóñez le formulara pliego de cargos a Iván Cepeda, son demoledores y contundentes. Además, comprueban que ese sujeto –Cepeda-, tiene efectivamente una fábrica de testigos falsos en contra del presidente Uribe. Así como visitó 21 veces al exparamilitar Monsalve para enseñarle el libreto que debía recitar en contra del expresidente, anduvo en otros patios de la cárcel de Itagüi buscando desesperadamente testigos contra él, como fue el caso de alias “Castañeda” y alias “Simón”.
Es evidente que la justicia sesgada, esa misma que quiere llevar a Uribe a la cárcel, no tiene interés ninguno de investigar a Cepeda. Al final del día, magistrados como Barceló –untado hasta la coronilla con el “cartel de la toga”- no son jueces imparciales sino activistas políticos con agenda.
Publicado: julio 30 de 2018
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