Está perfectamente documentada la condición de criminal nato del falso testigo, Carlos Enrique Areiza Arango, recientemente asesinado, luego de que confirmara que el senador comunista y cercano a la banda terrorista de las Farc, Iván Cepeda, le hiciera ofrecimientos de todo tipo a cambio de que mintiera contra Luis Alfredo Ramos, el presidente Uribe y el senador uribista, José Obdulio Gaviria.
En una declaración de Areiza, hecha con su puño y letra, aseveró que Iván Cepeda lo presionó para que declarara contra el presidente Uribe y su familia: “Me dijo que yo debía de enredar (sic) a Mario Uribe Escobar como fuera ya que él [Cepeda] tenía conocimiento de unos enredos de él con bandas de delincuencia en Medellín…”. En esa misma declaración, Areiza confesó que Cepeda le hizo otros ofrecimientos a cambio de que mintiera: “También me dijo que él estaba internacionalmente muy bien respaldado y que si yo le colaboraba incondicionalmente él podía brindarme protección y ayuda económica… Me dio sus teléfonos personales, y prometió visitarme [en la cárcel] pronto como efectivamente sucedió…”.
En esa nueva visita, que tuvo lugar en enero del año 2012, según lo declarado por Areiza, Cepeda y él se reunieron “en la oficina del director de la cárcel y este señor me dice que él ya sabe que yo e (sic) hecho muchas cosas y que he declarado otras que él sabe de mi trabajo en la alcaldía de Medellín de mi cercanía con Jorge Gaviria y que yo podía decirle a la corte de reuniones con Jorge Gaviria y el señor José Obdulio Gaviria en apartamentos de El Poblado con jefes de la oficina de Envigado, también me dijo que estuviera pendiente que ya pronto él haría los arreglos para yo decirle a la corte una declaración en contra del exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos”.
Areiza, en esa demoledora confesión cuya autenticidad puede ser constatada a través de un examen de grafología, reveló que Cepeda ejerció presión para que hiciera la falsa declaración contra Ramos: “Comisionó [Cepeda] a una persona de su confianza y al señor Carlos Contreras para que presionar (sic) hasta que yo declare y he venido recibiendo más presiones por parte del señor Iván Cepeda para que ratifique declaraciones de ‘Pipintá’ y me ofrecieron 100 millones de pesos si yo le colaboraba o si no me iban a hacer la vida imposible en la cárcel y mi familia iba a sufrir las consecuencias si yo no enredaba al expresidente Uribe, su hermano, al señor José Obdulio Gaviria, al exgobernador de Antioquia y a otros…”.
Además de la firma, la carta tiene las impresiones de los pulgares de Ariza, tanto de la mano derecha como de la izquierda.
¿Quién se perjudica con esa explosiva confesión? La respuesta salta a los ojos de cualquiera. Iván Cepeda, bajó a las más asquerosas mazmorras para hacer tratos con delincuentes de todas las pelambres con el fin de convencerlos para que declararan contra el presidente Uribe y su círculo más cercano.
Seguramente Areiza no soportó las presiones que Cepeda ejercía contra él, razón por la que resolvió poner en conocimiento público la situación a la que estaba siendo sometido. Con esa declaración, queda evidenciada la sucia estrategia de Iván Cepeda.
Desde que se produjo el asesinato de Areiza en la ciudad de Bello, Cepeda desesperadamente se ha dado a la tarea de mostrar a ese criminal como si fuera un arcángel, para efectos de desviar la atención sobre el homicidio. Seguramente nunca se conocerá el motivo real por el que ese delincuente fue asesinado. En el mundo del hampa se ejecutan toda suerte de venganzas y vendettas, pero si hay algo cierto es que en la fosa donde están los restos mortales de Areiza, también quedaron sepultados todos los detalles de la manera como Iván Cepeda estructuró el cartel de falsos testigos en contra del uribismo.
Publicado: abril 27 de 2018
4.5