Desaciertos que duelen

Desaciertos que duelen

Cualquier trabajo, sea el que sea, requiere tener conocimientos, práctica y experiencia. Algunos trabajos son más difíciles de ejercer que otros, como sucede con la Presidencia de la República de Colombia, esto teniendo en cuenta que somos un país con una complicada estructura social y económica y que acabamos de pasar por uno de los momentos más complicados de la historia.

No me arrepiento de haber votado por Iván Duque, de haberle ayudado en su campaña para que ganara. Recorrí muchos municipios y asistí a muchas reuniones con la camiseta puesta, sin pedir nada a cambio, lo hice por convicción y por Colombia, estoy convencido que hoy estamos muchísimo mejor de lo que estaríamos si el ganador hubiera sido Petro, de eso no tengo duda, pero también tengo que ser crítico en algunos aspectos en los que considero que se ha fallado y que de haberlo hecho diferente estaríamos mejor de lo que estamos.

Para una democracia es muy importante tener unos partidos políticos fuertes y consolidados, y para el Centro Democrático, un partido nuevo que por primera vez llegaba al poder era importante que el ejecutivo y el partido trabajaran juntos. Desafortunadamente la base del gobierno y de su gabinete no fue el partido, las rencillas y desacuerdos que quedaron durante la campaña, que siempre existirán, no sanaron, y se prefirió trabajar con personas ajenas a este y en muchas ocasiones enemigas, lo cual generó un descontento en las bases del partido que todavía hoy existe y se ve reflejado en los números de las encuestas. Trabajar con los que lo eligieron es fundamental.

Todos los presidentes tienen a su alrededor una especie de sanedrín, personas cercanas que le ayudan en la toma de decisiones complicadas y a gobernar, en el caso particular de Duque este grupo de asesores debería haber tenido más experiencia, desafortunadamente eran en su mayoría igual de jóvenes que el mismo presidente, a mi modo de ver le faltó oír mucho más al presidente Uribe.

Para un partido político joven con un presidente igualmente joven era muy importante la consolidación del poder, esta se debía haber logrado en las elecciones regionales del 2019 de alcaldes y gobernadores, desafortunadamente la indiferencia del gobierno llevó a que la oposición ganara en regiones y municipios claves. En algunos casos por razones no entendibles hubo más cercanía con candidatos de otros partidos.

Al principio del gobierno había unos hitos muy importantes que pedían sus votantes, en los cuales se había comprometido en campaña y por los cuales se debió haber luchado más. Estos no se hicieron y generaron desconexión con la ciudadanía que los ansiaba después de venir de un gobierno que había acabado con la confianza de los votantes por cuenta de la traición a la que fue sometido. Temas como la aspersión aérea de cultivos ilícitos, la reducción del gasto público suntuario, del derroche y las reformas de puntos y entidades creadas en el proceso de paz como la JEP eran indispensables y poco o nada se hizo.

Nada más ver como se le hace propaganda a Colpensiones para conseguir crecerla cuando la realidad es que se debe es marchitar, el hueco fiscal que genera es inmenso y crecerlo es irresponsable, a Colpensiones no se debió nombrar a un gerente si no a un liquidador, o la defensa acérrima del gobierno por una ministra que terminó desgastándolo más de la cuenta, no solo a él sino también al Centro Democrático cuando ni siquiera pertenece al partido.

Esperemos que este último cuarto se alineen las cargas y se pueda entregar el relevo a otro demócrata.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: septiembre 20 de 2021

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