De aguacates y los mismos disparates

¿Qué es un aguacate? Es una fruta del árbol que lleva el mismo nombre. Su fruto se asemeja a una pera grande y está compuesto de una pulpa o masa amarilla mantecosa, brillante e insípida a la cual esparcen un poco de sal, para darle algún sabor. Es compañero de la arepa, que tampoco sabe a nada y por tanto debe acompañarse con distintos alimentos adicionales como la mantequilla con sal, queso o quesito, carne desmechada, lonjas de jamón o huevo.

Como El Aguacate se conoce un pasillo ecuatoriano cuyo autor es César Segundo Guerrero Tamayo. Hay versione sobre el origen del nombre. Aguacate es el desengaño o melancolía que produce la ruptura de un amor. Otra versión indica que  cuando el autor se encontraba escribiendo los versos le cayó un aguante encima de los papeles, arrojado por un hijo que se encontraba subido en sus ramas. Versión distinta cuenta que el autor y unos amigos cuando paseaban por una calle de la población dedicaron unos piropos a una señorita, una guambita linda quien disgustada les arrojó una pepa o semilla de aguacate, que es tan dura como una piedra y golpeó  a César Segundo Guerrero. Cualquiera que sea la historia, el pasillo es una hermosa canción popular que dice así:

“Eres mi amor, mi dicha y mi tesoro,

Mi solo encanto y mi ilusión.”

La última parte remata así:

“Pero tú no olvidarás al infeliz que te adoró

Al pobre ser que un día fue tu encanto,

Tu mayor anhelo y tu ilusión.”

Estamos seguros que Gustavo Petro no conoce este pasillo. Tampoco el guacamole, ni el jugo de aguacate con leche, ni la ensalada de aguacate, lo cual no impidió que propusiera una república aguacatera que reemplazara el café, el carbón, las flores, el banano y el oro, como principal producto de exportación.

¡A exportar y a comer aguacate, colombianos! Que nadie se quede sin sembrar aguacates en las haciendas, en  la altillanura, en tierras de ladera y en las sabanas  de Córdoba, Bolívar y Urabá. Verdes como el Atlético Nacional, los colombianos exportadores y productores llegarán a la China, a la Cochinchina y establecerán un  centro  de acopio en el puerto ruso de  Vladivostok.

Por supuesto se expedirá un decreto-ley vía fast-track para crear el reinado nacional del Aguacate y el concurso internacional degustativo del aguacate con sede en el Palacio de Nariño bajo el lema esplendoroso “El Aguacate ya está Maduro”.

Además, por decreto reglamentario, se ordenará la creación de la Federación Nacional de Aguacateros,  cuya función  principal es comprar barcos y containers para el envío de los millones de toneladas al mercado multinacional.

El Instituto de Investigación del Aguacate (Acuos Verdopetrocus  Investigations) A.V.I. dedicará sus esfuerzos científicos a crear productos novedosos con base en el aguacate como injertos de aguacate con papaya y aguacate con remolacha, cuyas primeras cosechas serán        entregadas al Santo Padre de Roma, para protegerlas de las plagas, imitaciones y las langostas bolivarianas parlamentarias del partido verde.- El país agradecido ha determinado, por unanimidad, no votar por el Excelentísimo Doctor Gustavo  Petro y designarlo Ministro Embajador Plenipotenciario del Aguacate con el fin de promocionar el producto emblemático de Colombia en todo el orbe y en la galaxia solar. Publíquese, ejecútese y expórtese.