Cuando un Estado se hace respetar

Cuando un Estado se hace respetar

El Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, demostró que un país pequeño puede dar ejemplo a las demás naciones de América Latina al poner la vida de sus ciudadanos por encima de intereses diplomáticos y personales, no renunciar a sus principios al negociar con criminales, ni aceptar la doble moral que manejan organizaciones terroristas como el ELN.

Nos recordó el desorden que tenemos en nuestras selvas, la falta de legalidad que impera en Colombia y el poco respeto que los bandidos tienen por la vida y los derechos de las personas. Una situación crítica que ya amenaza con trasladarse al vecino país y que contundentemente los ecuatorianos vienen rechazando.

En pocos días, el Presidente Moreno ha demostrado más fuerza que Juan Manuel Santos en ocho años de desgobierno, durante los cuales el mal ejemplo y la desmoralización de la Fuerza Pública permitieron el resurgir del crimen organizado, los cultivos ilícitos y la delincuencia común en el campo, grandes ciudades y zonas fronterizas.

Es lamentable ver que ante el asesinato de tres periodistas extranjeros y el constante daño a nuestra población civil, militares y policías, Santos afirme que “es más difícil hacer la paz que la guerra” y continúe las negociaciones con el ELN como si nada hubiese pasado.

Hecho que contrasta con el Presidente Moreno, que en menos de dos semanas exigió capturar vivo o muerto a alias “Guacho” –disidente de las FARC que estaría detrás de la muerte de los periodistas ecuatorianos-, ordenó la retirada de su país como garante del proceso de paz actual, pidió que las autoridades judiciales de Ecuador investiguen al ex Presidente Correa por la presunta financiación de su primera campaña presidencial con dinero de las guerrillas colombianas, incautó 20 toneladas de drogas, causó pérdidas millonarias cercanas a 600 millones de dólares a narcotraficantes colombianos y ha capturado a 42 miembros de la organización de los Guachos

Lecciones de dignidad que una Colombia humillada por el crimen y la violencia no debería olvidar de cara a elecciones presidenciales. La próxima salida de Santos de la Casa de Nariño representa la posibilidad para recuperar el rumbo del país con Iván Duque y Marta Lucía Ramírez, futuro Presidente y Vicepresidenta, respectivamente.

@ChriGarces

Publicado: abril 25 de 2018