En las últimas semanas, Promigas, empresa de Luis Carlos Sarmiento Angulo, ha despedido a altos ejecutivos por sospecha de corrupción.
Mucho se ha hablado de los escándalos que rodean al emporio industrial del ingeniero Luis Carlos Sarmiento, quien es socio de la cuestionada empresa Odebrecht en la construcción de la denominada Ruta del Sol 2, carretera que está en el ojo del huracán por cuenta del espiral de corrupción que se desató para efectos de lograr una adición de $900 mil millones de pesos.
Como se sabe, la multimillonaria adición se produjo pocos días antes de las elecciones de 2014, en las que Juan Manuel Santos buscaba su reelección. Odebrecht recurrió a los servicios corruptores de Otto Bula y aparentemente de Roberto Prieto para lograr que el gobierno, a través del ministerio de Transporte y de la agencia nacional de infraestructura, firmara el contrato, sin que mediara licitación ni concurso público.
A pesar de que todos los involucrados en esta trama de corrupción están respondiendo por la misma, el poderoso emporio de don Luis Carlos Sarmiento se ha salvado, hasta ahora, de dar explicaciones.
Pero lo cierto es que el grupo empresarial de Sarmiento Angulo está inmerso en una profunda crisis desatada por investigaciones internas que indicarían hechos de corrupción por parte de altos ejecutivos de algunas empresas que hacen parte del portafolio empresarial del hombre más rico de Colombia.
En 2012, a través de Corficolombiana, Luis Carlos Sarmiento se hizo al control de Promigas, la empresa más importante de gas natural de Colombia. En noviembre de aquel año, Sarmiento pagó alrededor de $630 mil millones de pesos por un paquete accionario que le permitió consolidarse como el socio mayoritario de dicha empresa, con el 44.66% de las acciones.
LOS IRREVERENTES pudieron confirmar que hace algunas semanas, Hernando Gutiérrez de Piñeres, quien se desempeñaba como vicepresidente de transporte y operaciones de Promigas, fue despedido de manera fulminante, como resultado de una investigación interna de la empresa en la que se habría concluido que Gutiérrez de Piñeres estaría incurso en prácticas que no se ajustan al código de transparencia empresarial. Otros dos vicepresidentes de Promigas, también estarían a punto de salir de la compañía.
Puerto El Cayao
A finales del año pasado, se inauguró en Cartagena el puerto El Cayao, el primero en Colombia especializado para el manejo marítimo de gas y cuya construcción costó cerca de $140 millones de dólares.
La hoy cuestionada agencia nacional de infraestructura le otorgó la concesión para la construcción de ese puerto a un consorcio integrado por Promigas y dos fondos de capital privado: Baru Investments y TAM LNG.
En El Cayao se instaló, así mismo, una gigantesca planta con capacidad para la regasificación de 400 millones de pies cúbicos al día.
Para muchos expertos, El Cayao, puerto en el que Promigas posee el 49.99% de acciones, tiene la capacidad para administrar el gas suficiente en caso de una crisis energética causada por alguna sequía. Cuando el presidente de la agencia nacional de infraestructura, Luis Fernando Andrade se refirió a esa concesión, dijo que “con esa planta –El Cayao– nos aseguramos de que somos parte de la cadena mundial del gas y que vamos a poder tener el gas en el momento en que sea necesario”.
Todo pintaba muy bonito con la planta, pero sospechas de corrupción interna obligaron a que los socios de El Cayao tomaran la decisión de despedir de forma sorprendente al gerente del puerto, José Luis Montes.
Este despido se da cuatro meses después de que el puerto empezara operaciones y es un síntoma adicional de que las cosas no andan muy bien en Promigas y las empresas relacionadas con dicha compañía.
Los cuestionamientos al presidente de Promigas
Desde comienzos de los años 90 del siglo pasado, Antonio Celia Martínez-Aparicio es el presidente de Promigas. Reconocido en Barranquilla como uno de los empresarios más influyentes y poderosos, Celia lleva las riendas de la empresa de Luis Carlos Sarmiento con mano de hierro, o al menos eso era lo que se creía.
En el empresariado barranquillero hay muchas dudas sobre la solvencia de Celia, pues cuesta creer que los casos de corrupción que han llegado a salpicar la cúpula de Promigas, se hayan podido dar sin que él lo hubiera siquiera sospechado.
Los cuestionamientos contra Antonio Celia han arreciado a raíz de que se descubriera que su esposa, Patricia Maestre Castro resultó con una empresa offshore en los denominados Panama Papers.
En efecto, de acuerdo con los documentos revelados, la señora Maestre es accionista de la sociedad Mikron Equities S.A, una compañía creada el 3 de julio de 2013 y registrada en las Islas Vírgenes Británicas.
Como es natural, el doctor Antonio Celia ha evitado el escándalo que involucra a su señora esposa, pero ahora que Promigas y el puerto El Cayao están bajo la lupa por casos que comportarían hechos de corrupción, no son pocos los que esperan que ponga la cara y dé las explicaciones del caso, pues por encima de todo está en juego el buen nombre y la reputación del conglomerado empresarial de Luis Carlos Sarmiento Angulo.
Publicado: marzo 23 de 2017