Con el 50.21% de los votos, Colombia le ha dicho NO a la entrega de la democracia a las Farc.
Contra todos los pronósticos, el NO se impuso ante el SÍ en el plebiscito. Todas las encuestas indicaban que la ventaja del SÍ era de más de 30 puntos porcentuales, lo cual demuestra que éstas se realizaron con sesgo y desconociendo el verdadero sentir popular.
Colombia estaba en contra del acuerdo nocivo que se negoció a espaldas de los colombianos durante más de 4 años en La Habana y eso se hizo evidente en las urnas.
Resultaba inaceptable que la guerrilla, altiva y desafiante, se presentara como un partido político, cuando son una banda de narcotraficantes que ha victimizado al pueblo a lo largo de 50 años.
Con una diferencia de 59 mil votos, ha ganado el NO. La oposición, sin acceso a los medios de comunicación, con la excepción de LOS IRREVERENTES, portal desde el que se defiende con denuedo y convicción las tesis de la oposición democrática colombiana, logró posicionar unos argumentos que derrotaron, como David hizo con Goliat, a la maquinaría oficialista.
Llama la atención que los departamentos más azotados por la violencia de las Farc, dejaron de lado el temor y su habitantes votaron masivamente por el NO.
En la antigua zona de despeje decretada por el gobierno de Pastrana, Meta y Caquetá, el resultado del NO fue sorprendente. En el Meta, el 63.58% de los ciudadanos votó por el NO (el 36.41% lo hizo por el SÍ) y en el Caquetá el resultado fue de 53.04% contra el 46.95% a favor del NO.
El sur del país, zona de presencia histórica de las Farc también votó masivamente contra el acuerdo. En el Huila, departamento azotado por la denominada columna Teófilo Forero, el NO obtuvo el 60.77%, mientras que el sí obtuvo un lánguido 39.22%.
En el Tolima, donde se sembraron las primeras semillas de la guerrilla el No también ganó gracias al respaldo del 59.71% de los habitantes de ese departamento.
Así mismo, departamentos sangrientamente sometidos por la guerrilla como Arauca y Norte de Santander castigaron severamente a Santos y a las Farc.
En Antioquia, fortín histórico del uribismo, el resultado fue mucho mejor de lo que los máximos dirigentes del Centro Democrático alcanzaron a proyectar. El 62% de los antioqueños le dijeron NO al pacto Santos-Timochenko.
De nada valieron los espectáculos montados por la Casa de Nariño, ni las invasiones publicitarias desbordadas a favor del SÍ. El oficialismo y las Farc se sentían ganadores, miraron con desprecio todas las propuestas presentadas por el uribismo. Se planteó un debate con el presidente Santos antes del plebiscito y él, que creía tener la victoria en el bolsillo, ni siquiera se dignó a responder la invitación. Hoy, tendrá que pagar las consecuencias de su arrogancia. Colombia, repetimos, lo ha castigado en las urnas.
El presidente Uribe
Conocido el veredicto popular, el exprocurador Alejandro Ordóñez declaró que “las Farc y el gobierno deben entender que Colombia rechaza la impunidad. Los que votamos NO, queremos la paz. Le reitero al presidente Santos que se requiere un pacto por la paz que le propuse a Colombia hace 2 años. El voto de hoy es una oportunidad para la paz”.
Así votó Colombia
Como se nota en la infografía anexa, 13 departamentos de Colombia votaron mayoritariamente por el NO. El resto del país acompañó a Santos y a las Farc en su empeño de imponer un acuerdo que causa desconfianza y temor en el pueblo colombiano.
@IrreverentesCol