Afganos a las regiones

Afganos a las regiones

En vez de localizar a los afganos en Bogotá, el Gobierno debería llevarlos a las regiones para llevar recursos a esas zonas. El flujo de capital que implica su llegada y estadía va a ser considerable y puede convertirse en un propulsor de las entidades territoriales que no tienen las mismas características fiscales y comerciales de la capital.

Más allá de discutir sobre la conveniencia de haber recibido a los afganos tras la solicitud de Estados Unidos, lo cierto es que este flujo migratorio puede generar un aporte significativo a la recuperación comercial de varias zonas del País, sobre todo a los municipios y departamentos pequeños con menores niveles poblacionales y de renta.

En efecto, a diferencia de otros casos, los afganos que llegan a Colombia no buscan acentuarse en el territorio nacional ni competir con los nacionales por los espacios laborales, sino que su estadía es temporal hasta que se realice su trámite de llegada a territorio americano.

De hecho, el que Estados Unidos se haga cargo de su manutención no solamente es una medida humanitaria sumamente necesaria, sino que puede ser aprovechada por el País para llevar recursos a regiones que los necesitan.

Por ejemplo, la estadía de un afgano bajo estas condiciones implica una transferencia de recursos del presupuesto americano que terminan cubriendo gastos de manutención de los mismos, tales como vivienda, alimentación, transporte, etc.

Es decir, recursos con los que no contábamos y que se inyectarán a la economía nacional. Por eso, el Gobierno debería aprovechar esta oportunidad para localizar a los afganos en zonas del País que han sufrido fuertemente las consecuencias de la pandemia y los paros y no cuentan con el músculo económico e institucional de Bogotá.

Porque claro, aunque la capital tiene una de las tasas de desempleo más altas y tuvo que soportar las cuarentenas más extensas, no es comparable la dinámica de recuperación del centro económico del País frente a otras regiones con características diferentes.

Pensemos, por mencionar varios casos, en que esta población migrante sea ubicada en Boyacá, Cundinamarca o Tolima. Departamentos cercanos a Bogotá que hacen posible que los afganos mantienen una conexión cercana con las autoridades americanas y que han sufrido las consecuencias de los choques económicos externos del último año y medio.

Abordando esta nueva realidad con medidas de esta naturaleza terminamos matando dos pájaros de un solo tiro. Por un lado, el País adelanta una acción humanitaria que fortalece sus relaciones con Estados Unidos y, por otro lado, se inyectan recursos que no se tenían proyectados a las finanzas regionales.

@Tatacabello

Publicado: agosto 27 de 2021

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