ACABEMOS CON LO QUE QUEDA. Por Rafael Gómez Martínez

Por estos días, me acordé de mi vecino Maldonado con quien comencé mis primeras aventuras de fiestas juveniles. Las fiestas del vecino Maldonado eran de tiro largo. Durante el fin de semana, ingresaban toda clase de personas. Cuando llegaba el domingo, hacia las tres de la tarde, se paraba de su silla de cuero reclinomatique, color negro diciendo: Bueno, mi querido amigo Rafa, acabemos con lo que queda.

De un día para otro, el vecino Maldonado se trasladó al barrio de Niza en Bogotá, cuando Niza comenzaba a tener un auge comercial por cuenta de la aparición de la Avenida Boyacá y con su traslado, las fiestas.

El cuento del señor Maldonado viene a lo siguiente.

Al ver a huanpa Stalin Kerenski durante las lúgubres celebraciones del pasado 20 de julio donde la tristeza se apoderó de mi corazón.

Al ver cómo los soldados marchaban sin alma, sin espíritu, sin sentido de pertenencia, sin saber qué les depara el futuro incierto del proceso de paz.

Al ver en su discurso de la apertura legislativa del segundo semestre del 2016 donde no mencionó un solo logro de su gestión de gobierno, sencillamente porque no lo hay, pero si hace énfasis en su maltrecho proceso de paz.

Al ver a la Unidad Nacional, incluido el lúgubre Partido Conservador colombiano, aplaudir soterradamente a huanpa cada vez que mencionaba la paz.

Al ver aplaudiendo a quienes sostuvieron que si la Corte Constitucional elegía a Néstor Humberto Martínez como fiscal, no votarían el plebiscito por la paz.

Al ver cómo huanpa comienza a manipular la entrega de casas “gratis” con el fin de votar por el SI, a pesar que la cortesana Corte Constitucional se lo impide.

Al ver la indecisión del Centro Democrático: abstenerse o votar por el NO, esa es la pregunta mientras que huanpa regala casas gratis. Ahora resulta que el Centro Democrático quiere ingresar a la conversación de los diálogos de paz, quién los entiende.

Al ver a mi vecino de conjunto, Gabriel Laureano, con cara de angustia, tres días de barba: “Rafa, me quedé sin empleo, me faltaba un año para la pensión, ¿me puede ayudar?” Al ver a otro amigo del Gimnasio Campestre quien por cuenta de la liquidación de Fedegan se quedó sin empleo. Al ver a una alumna quien se me acerca a la oficina y me comenta: Profe Rafa, me estoy acordando tanto de usted, ¿porqué? le pregunté, porque me quedé sin empleo. Su primera clase sobre el empleo ¿se acuerda, profe?….

Me pregunto a esta altura del partido si no tocará hacer como el vecino Maldonado: Acabemos con lo queda. Acabemos con lo que queda del mandato de huanpa. Con el proceso de paz de la Habana. Con la triste representación del Partido Conservador en el Congreso. De una vez por todas, con el Congreso de la República que solamente sirve para que los senadores y representantes ganen sueldos astronómicos. Con la cortesana Corte Constitucional.

Acabemos con la asistencia al Club El Nogal: ¿Cómo es posible que ahora resulte que el Club el Nogal le pedirá perdón a las Farc?

Votaré No al plebiscito por la paz porque sencilla y literalmente y con el perdón de mis lectores: básicamente, me mamé. De las mentiras, la manipulación y el engaño permanente  de huanpa y todo su gobierno. De la pelea entre el Ministro Iragorri y Fedegán. Del mejor ministro de hacienda del mundo y la arrogante junta directiva del Banco de la República quienes nos están llevando a una crisis económica sin precedentes. ¿Si vieron que si nos bajaron la calificación de riesgo a B?  De Roy Barreras, no lo resisto.

Yo, a esta altura del partido, prefiero morir de pie. Que se caiga lo que se tenga que caer. Porque soy consciente que de aprobarse ese plebiscito por la paz el futuro de Colombia será tan negro o más como el de Venezuela.

Y, quien quita que se produzca un resultado tan sorpresivo como en el Brexit o como el que puede generar Trump en los EE.UU, quien dejará a más de uno con la boca abierta. Claro, que si perdemos, ténganse de atrás.

De cualquier manera, yo prefiero morir de pie, con dignidad. Votaré No al plebiscito por la paz. Acabemos con lo queda.

Pregunta final: si gana el No, ¿huanpa con todo su gobierno, incluido Germán Vargas Lleras, ¿renuncia? De paso, ¿Germán Vargas se estará dando de cuenta del despelote que le está dejando su amigo huanpa? Si gana el NO: ¿Qué pasa con el proceso de paz de la Habana?

Puntilla: Saludo a un brillante economista y a un excelso ser humano, Juan Mario Laserna…Que Dios lo tenga en su gloria.

@RaGomezMar