A propósito de un juicio canalla

A propósito de un juicio canalla

Esta semana el juez James Lawrence King negó la libertad bajo fianza de Andrés Felipe Arias. Arias sigue en una celda compartida de dos por dos metros en el Federal Detention Center de Miami, no recibe ni un minuto de sol, solo puede hablar diez minutos al día con su esposa y sus dos hijos de siete y diez años, a quienes ve apenas cuatro horas al mes. Sus abogados han apelado ante un tribunal de circuito y pidieron que se congele su extradición hasta la decisión. El Departamento de Justicia se opone porque no quiere que el tribunal se pronuncie sobre la existencia o no del tratado de extradición con Colombia. Arias solicitó asilo, aún no resuelto por el Departamento de Estado, asilo al que el gobierno Santos se opuso de todas las maneras posibles. 

Arias fue pedido en extradición el 21 de noviembre del 2014, después de que fuera condenado a 17 años y 4 meses de prisión por dos delitos que no cometió. Su condena, por parte de la sala penal de la Corte Suprema, fue politizada y sin asomo de justicia. Amerita algunas observaciones:

  1. El programa Agro Ingreso Seguro AIS tenía como propósito apoyar a los pequeños, medianos y grandes agricultores para que mejoraran su productividad, pudieran competir y superaran los efectos de la crisis económica global del 2008. 
  2. El AIS tuvo 382.611 beneficiarios, el 84% pequeños agricultores, algo más del 15% medianos y menos del 1% grandes. 
  3. Tenía varios componentes, uno de ellos dirigido a la construcción de distritos de riego. Todos los componentes eran administrados por entidades distintas al Ministerio de Agricultura. El de riego era operado por el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola IICA, un organismo de la OEA, a través de un convenio firmado con el Ministerio. 
  4. Según la sentencia, el Ministerio debió haber hecho una licitación y no firmar un convenio con el IICA. Por eso condenó a Arias por “celebración indebida de contratos”. Sin embargo, varias docenas de ministros de Agricultura habían celebrado antes 132 convenios similares con el IICA. Ninguno de esos ministros fue acusado jamás, solo Arias.
  5. No fue el Ministerio de Agricultura sino el IICA, el operador, quien identificó, calificó y determinó los beneficiarios de los subsidios. 
  6. Algunos grandes productores decidieron subdivivir los predios para beneficiarse de más subsidios. Después, todos y cada uno de quienes subdividieron llegaron a conciliaciones con el Estado, aprobadas por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, devolvieron la totalidad de los montos de los subsidios recibidos, indexados y con intereses. El Estado no perdió un solo peso. Por cierto, nunca se condenó penalmente a ninguno de los subdivisores.
  7. Sin embargo, el otro delito por el que fue condenado como coautor Arias fue peculado a favor de terceros, aunque en la sentencia no se probó apropiación alguna de bienes o dineros del Estado por parte de Arias ni de terceros, ni se dice en ninguna parte quienes habrían sido los otros coautores.
  8. Contrario a lo que se dice, en el juicio quedó probado que Arias nunca se apropió de un solo peso. 
  9. Tampoco es verdad que los grandes productores beneficiarios de AIS hayan financiado la campaña de Arias. A pesar de que eso dijo la Fiscalía, la Corte no encontró prueba de ello. En todo caso, hay que recordar que los beneficiarios de los subsidios eran definidos por el IICA y no por el Ministerio y que la mayoría de los grandes productores recibieron los subsidios después de que Arias había renunciado para ser candidato.

Si Arias no cometió ningún delito, ¿por qué lo condenó la sala penal? Por motivos políticos. Esa Corte no era imparcial. La mayoría de sus magistrados detestaba a Uribe, a quien responsabilizaban de chuzarlos. En grabaciones conocidas en el juicio a Diego Palacio, los magistrados dijeron que en relación con los dirigentes uribistas había que decidir por “conveniencia política” y no conforme a derecho. Después se negaron a elegir Fiscal de las ternas presentadas por el presidente Uribe. Arias era su consentido y querían evitar que fuese presidente. 

Por último, ¿hay que recordar que varios de quienes lo condenaron se declararon “víctimas” de Uribe?  ¿Que hay dos, Bustos y Malo, implicados en el cartel de la Toga? ¿Que la magistrada Salazar nunca estuvo en el juicio y sin embargo firmó la sentencia? ¿Qué también firmó Barceló, probadamente antiuribista?

De acuerdo con los tratados de derechos humanos, Arias pidió una segunda instancia por un tribunal  imparcial. La Suprema se niega. Mientras, los Estados Unidos deberían darle asilo. Para ello será fundamental lo que el nuevo gobierno de Duque diga al Departamento de Estado. El juicio y la sentencia contra Arias son una canallada. Hasta que no se posible restablecer la justicia, debería estar en libertad. 

@RafaNietoLoaiza

Publicado: octubre 16 de 2018

Los comentarios están cerrados.