Santos debe asumir la responsabilidad política por haber recibido el apoyo decidido de los Ñoños en las elecciones de 2014.
Auge y caída de la “Ñoñomanía”
De la noche a la mañana, Bernardo Elías Vidal amasó un formidable caudal electoral. Pasó de ser un actor gris de la política del departamento de Córdoba a convertirse en el gran elector de Colombia.
Uno de los factores que jugó a favor de la reelección de Juan Manuel Santos en 2014, fue, precisamente, el arrume de votos que le pusieron Elías y su socio político, Musa Besaile.
Resultado espeluznante
En las elecciones de congreso de 2014, hubo dos grandes sorpresas: el formidable resultado del Centro Democrático que se quedó con 20 de las 100 curules y las exageradas votaciones obtenidas por el Ñoño Elías y su segundo, Musa Besaile.
Besaile sacó 145 mil votos y Elías 144 mil.
Esos cerca de 300 mil votos fueron definitivos para la reelección de Juan Manuel Santos.
Los Ñoños pusieron las condiciones
En plena campaña reeleccionista, cuando el país empezó a cuestionar el origen de los votos de los Ñoños, Santos intentó desmarcarse de ellos, hecho que le costó muy caro en la primera vuelta de 2014, cuando perdió frente a Óscar Iván Zuluaga.
Para la segunda vuelta, Santos se dio cuenta que requería los votos de esos dos senadores, quienes tenían la sartén por el mango. Por eso, pusieron una condición sencilla: cuando Santos fuera a Montería, debía subirlos a la tarima principal.
El presidente, urgido por obtener esos 300 mil votos, no tuvo ningún problema en pararse al lado de los grandes electores de la costa colombiana, sin importarle el origen corrupto de sus votaciones.
La caída
Lo de los Ñoños no era una corriente política, ni una tendencia ideológica. Era una verdadera empresa criminal que vio en la política una alternativa estupenda para robar miles de millones de pesos. Apoderados de la contratación de Córdoba, han saqueado a ese empobrecido departamento, primero con Alejandro Lyons –cuñado de Bernardo Elías- y ahora con Edwin Besaile –hermano de Musa-.
¡A la cárcel!
Ante la contundencia de las pruebas que la fiscalía le ha remitido a la corte Suprema de Justicia contra los Ñoños, es inminente que esos dos congresistas terminen el año tras las rejas y muy posiblemente solicitados en extradición por los Estados Unidos, país que ya dio el primer paso, al cancelar sus visas de turismo.
Además de las sanciones penales, debe haber consecuencias políticas. El partido de La U en general y Juan Manuel Santos en particular, tienen que asumir el costo de tener en sus filas a esos dos cuestionados empresarios de la política que pusieron más del 10% de los 2.230.208 votos que obtuvo el partido de gobierno en las elecciones de Congreso en 2014.
Publicado: julio 27 de 2017