¿Falsas noticias?

¿Falsas noticias?

Estas son las supuestas “falsas noticias” que tanto le irritan al impetuoso Martín Santos, agresor de la libertad de prensa.

Los poderosos han encontrado la fórmula mágica para hacerle el quite a las publicaciones que les resultan incómodas o a las denuncias que dan fe de sus actos de corrupción, a través de la alegación de que las noticias que los afectan, son falsas.

El término es una incorporación de un concepto que ha hecho carrera en los Estados Unidos: las denominadas fake news.

En esta discusión, hay que tener habilidad mental e intelectual para hacer una separación de materias. Es claro que en los tiempos de las redes sociales, las mentiras se riegan como pólvora, a través de cuentas y perfiles hechizos. El senador Armando Benedetti Villaneda, por ejemplo, tiene a su servicio una brigada de cuentas falsas desde las que se insulta, calumnia, injuria y amenaza a periodistas que se atrevan a denunciar sus actos de corrupción (Al respecto, le recomendamos leer “Brigada Benedetti”).

El joven Martín Santos, por estos días tan activo en los señalamientos contra los medios de comunicación que se resisten al poder de la mermelada, se ha valido de un episodio de falsas publicaciones anónimas que se han hecho en contra de su hermano, para meter a todos los medios y periodistas que no son gobiernistas en la misma talega, acusándolos de ser autores o difusores de “falsas noticias”, lo cual es una evidente amenaza a la libertad de prensa.

Hay que mirar el asunto con tranquilidad y serenidad, para concluir si el impetuoso hijo del presidente tiene o no tiene la razón.

LOS IRREVERENTES  han hecho serias denuncias que ponen en aprietos al gobierno y a la familia presidencial. ¿Se trata de falsas noticias?

Caso Ocaña-Gamarra: Este portal reveló a comienzos de año que en la adición corrupta a favor de la firma Odebrecht –por $900 mil millones de pesos-, había unos grandes beneficiarios: la familia de Gina Parody, calificada por Santos como su “ministra estrella”.

Los Parody, poderosos empresarios del transporte fluvial, son propietarios de un puerto en el municipio de Gamarra, el lugar al que llegará la carretera que fue adjudicada a dedo cuando la ministra de Transporte era Cecilia Álvarez, con quien la doctora Gina Parody tiene una sociedad marital de hecho.

Aquella noticia se constituyó, en efecto, en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno. ¿Es falsa? ¿Acaso los Parody no son dueños del puerto Andalucía en el municipio de Gamarra? ¿Gina Parody y Cecilia Álvarez no son pareja? Para Santos, sus exministras son unas mujeres “impolutas. Para la justicia y la procuraduría, son dos funcionarias que tienen mucho por explicar.

Mapa de la carretera que beneficia al puerto de la familia Parody

Los $400 mil dólares en afiches: El 9 de marzo, LOS IRREVERENTES publicaron en exclusiva la confirmación de que la empresa Odebrecht pagó la suma de $400 mil dólares para “fondear” –término utilizado por el gerente de la campaña santista, Roberto Prieto- la impresión de 2 millones de afiches en la campaña que llevó a Santos a la presidencia en 2010. (Puede leer: “Odebrecht aportó dinero a la primera campaña de Santos”).

Aquel aporte fue evidentemente ilegal, lo cual tiende un manto de duda sobre la legitimidad de la victoria de Santos en 2010.

El presidente, acosado por la revelación hecha en este portal, atinó a decir que se acababa de enterar de dicho aporte, dándole la espalda a su amigo, socio, aliado y compinche Roberto Prieto, algo perfectamente natural en una persona cuya vida ha girado alrededor de las traiciones.

Aunque el muchacho Martín Santos se irrite, aquella noticia no es falsa. Le fue confirmada a este portal por la receptora de ese dinero, doña María Fernanda Valencia, cuyo exesposo es el propietario de la imprenta donde se hicieron los famosos afiches.

La Casa de Nariño en Miami: Le ha irritado profundamente al hijo del presidente que desde este portal se pregunte por el origen del lujoso apartamento ubicado en el condominio Ocean Club –en la villa de Key Biscayne- que posee la familia Santos.

Aquel inmueble, que figura a nombre de la empresa Bance LLC, cuya representante es la señora María Clemencia Rodríguez, fue adquirido en diciembre de 2007 por un poco más de $2 millones de dólares.

¿Es falso que los Santos sean los dueños de aquel apartamento en el que la primera Dama pasa buena parte de su tiempo? ¿Por qué, más bien, la familia Santos no le cuenta al país las razones por las que esa propiedad está escriturada a nombre de una empresa? ¿De dónde salieron los $2 millones de dólares para pagar el inmueble?

Otro motivo de molestia del muchacho, está relacionado con la denuncia en el sentido de que la cónsul de Colombia en Miami, doña Martha Lucía Jaramillo, abandona sus funciones para atender a la primera dama en sus frecuentes visitas a esa ciudad. ¿Acaso la cónsul recibe un jugoso salario para cargarle las bolsas de las compras a la esposa del presidente de la República, como en efecto hace? La propia cónsul, en tono bastante molesto, aceptó esta información que fue publicada a través de El Tejemaneje del 23 de marzo de este año.

La fundación Buen Gobierno: Al novato hijo del Ejecutivo lo sacan de casillas los legítimos cuestionamientos que se le hacen a la fundación Buen Gobierno, entidad en la que él funge como director.

Está confirmado que en las dos aspiraciones presidenciales de Juan Manuel Santos -2010 y 2014-, Buen Gobierno fue, en la práctica, una campaña paralela. Entorno a esta fundación, se establecieron oficinas en por lo menos 12 departamentos de Colombia. En LOS IRREVERENTES nos hemos preguntado insistentemente, ¿de dónde salió el dinero para financiar esa monumental operación? Siendo que se trata de una dependencia del presidente de la República, dirigida por su hijo mayor, lo sensato es que las cuentas de Buen Gobierno, auditadas por un ente externo, sean públicas.

En vez de atender ese llamado, Martín Santos alega que se trata de una “falsa noticia”.

En este caso, lo que se pretende es, precisamente, que no se falsifique la contabilidad de Buen Gobierno, para ocultar la realidad de la financiación de las campañas del presidente de la República.

Pablo Escobar y alias «Don Diego», capos para los que trabajó el suegro de Martín Santos

Alias Juanito: Está claro que los delitos de sangre no existen. Nadie es culpable por los crímenes que han cometido sus parientes. Aquello no impide que se revelen hechos que, por involucrar a la familia del presidente de la República, toman relevancia.

¿Es falso que Martín Santos tuvo una relación sentimental con la hija del capo del narcotráfico extraditado a los Estados Unidos, Juan de Jesús Gil, alias Juanito?

Alias Juanito era el piloto favorito de Pablo Escobar y luego de Diego León Montoya, alias Don Diego.

Martín Santos es libre de emparentarse con quien considere, así este sea un mafioso extraditado. Y los periodistas, en un régimen democrático, también son libres de informarlo.

@IrreverentesCol

Publicado: junio 7 de 2017