En un extenso diálogo con LOS IRREVERENTES, el nuevo precandidato presidencial uribista, Rafael Nieto Loaiza expuso su visón de país.
LOS IRREVERENTES. ¿Por qué decidió meterse a buscar la candidatura presidencial del Centro Democrático?
RAFAEL NIETO LOAIZA. Desde finales del año pasado, un conjunto de personas me plantearon que debía valorar presentar mi nombre en la lista de precandidatos presidenciales del Centro Democrático, pues hay una muy buena oportunidad para impulsar la idea de la defensa de la democracia y de las instituciones republicanas y esto tiene que hacerse por la vía electoral.
L I. Usted lleva bastantes meses hablando de la denominada “gran alianza republicana”. Hace poco, en su columna de LOS IRREVERENTES, volvió a insistir sobre este tema. ¿Cuáles son los pilares de esa alianza republicana?
R N L. Así es. Desde hace cerca de un año y medio vengo sosteniendo que el país necesita una gran alianza republicana que tiene como objetivo la defensa de las instituciones y de la democracia republicana que están en grave peligro por cuenta de los acuerdos celebrados entre el presidente Santos y las Farc y por las decisiones de la corte constitucional, desconociendo la voluntad popular expresada en el plebiscito del 2 de octubre.
La defensa de los valores republicanos no se puede hacer únicamente desde la trinchera de un partido; necesita de todos aquellos que creen que la única manera de tener una convivencia civilizada y permitir el progreso del pueblo colombiano, debe darse en el marco de una democracia verdadera.
L I. Pero la democracia es una. Lo que no satisfaga los principios de la misma, no es democracia.
R N L. En la región ha aflorado un conjunto de democracias populistas y socialistas que esconden regímenes autoritarios que recortan los principios fundamentales de la libertad y los derechos ciudadanos. Es indispensable anteponer ante ese fenómeno la democracia republicana de la que yo he venido hablando.
L I. ¿Cuáles son los valores de la democracia republicana por la que usted propugna?
R N L. Se los voy a enumerar. Primero: el respeto a la voluntad popular que se vea reflejada en las urnas. Segundo: Una alternancia real en el poder. Tercero: en una democracia debe regir el Estado de derecho y la ley y no la voluntad del gobernante. Cuarto: el respeto de los derechos de las mayorías, con el cuidado de no vulnerar los derechos de las minorías. Quinto: la separación de los poderes públicos y, por último, un sistema de pesos y contrapesos.
Sin que se cumplan esas características, no hay en realidad un sistema democrático.
L I. Retomando esa afirmación suya de que esto no se puede hacer con el concurso de un solo partido y que es necesario abrir la puerta para sumar fuerzas aliadas, usted dijo en su discurso en la convención del Centro Democrático que su origen es conservador. Muchos uribistas son antiguos militantes del gran partido de Caro y Ospina. ¿Usted cree que en las elecciones de 2018, la base conservadora va a votar mayoritariamente por la alianza política que liderará el Centro Democrático?
R N L. Efectivamente, mi origen es conservador. Cuando era estudiante universitario, trabajaba como periodista y como asistente de la dirección de El Siglo.
En tanto y en cuanto el partido conservador abandonó su doctrina, para volverse una colectividad de parlamentarios que negocia con los gobiernos de turno por razones puramente burocráticas y clientelistas, yo tenía que dejar ese partido conservador.
Desde hace mucho tiempo he trabajado con el presidente Uribe y no tengo temor en decir que soy un uribista de origen conservador.
De algo estoy seguro y es que la base conservadora no está votando con el partido conservador. Esa base conservadora comparte plenamente los principios que le he esbozado de la democracia republicana.
Por eso, estoy convencido de que para las próximas elecciones, es fundamental que además del uribismo, sumemos toda esa base conservadora para que podamos alcanzar una mayoría suficiente que nos lleve a la victoria.
L I. Vamos a hablar un poco de mecánica política, porque esto se gana con votos y no con trinos. La lista todavía no se ha cerrado. Es muy posible que el doctor Luis Alfredo Ramos también se sume a la lista de precandidatos. ¿No le preocupa que una precampaña muy larga polarice a la gente y genere fracturas al interior del partido?
R N L. El riesgo de una polarización es real. He dicho públicamente desde que anuncié mi aspiración que no voy a participar de ese ejercicio de polarización. Ganar en el 18 es una prioridad para el país y resulta fundamental que la victoria quede en manos de alguien que esté convencido de la defensa de estas banderas.
Yo corro junto a mis compañeros, pero no en contra de mis compañeros.
L I. Ahora viene un debate muy interesante que el presidente Uribe alcanzó a esbozar en la convención de su partido. Tiene que ver con la naturaleza de las listas al Congreso que se van a someter a votación el año entrante. En su criterio, ¿las listas deben ser abiertas o cerradas?
R N L. Me inclino hacia las listas cerradas por los siguientes elementos: con ellas, se evita la pugnacidad y la competencia entre los aspirantes. Las listas abiertas, normalmente avivan los debates internos, a veces de manera desafortunada.
Además, las listas cerradas disminuyen los costos de manera sustantiva. En la lista cerrada, hay que impulsar una sola campaña, mientras que en las listas abiertas, cada uno de los aspirantes tiene que hacer un enorme esfuerzo para buscar la financiación de su propia candidatura.
Al disminuir los costos de las campañas, se disminuye el riesgo de la corrupción.
Otro factor que juega a favor de las listas cerradas: estas permite un mayor control sobre quiénes serán los aspirantes.
Dicho lo anterior, no puedo desconocer que las listas cerradas tienen un riesgo real que en el caso del Centro Democrático es aún mayor y es que los integrantes de esa lista no hagan la tarea a fondo y se recuesten sobre el hecho real de que el presidente Uribe, al encabezar esa lista, arrastrará una enrome cantidad de votos.
L I. ¿Cómo hacer entonces, si la lista es cerrada, para evitar que los candidatos sean parásitos?
R N L. Hay que tener un cuidado especial en la escogencia de los miembros de las listas y obtener, por parte de ellos, un compromiso de manera que hagan un ejercicio político, como si estuvieran en una lista abierta, pero en una lista cerrada.
Como partido, tenemos que trabajar con mucho esfuerzo para que, al menos, logremos pasar de 20 a 30 senadores y de 19 a 40 representantes a la Cámara.
L I. Hay quienes equivocada e impolíticamente quieren convertir al Centro Democrático en una suerte de secta cerrada en la que, casi casi, hay que hacer pruebas de ADN para medir el nivel de “uribismo” y exigir no se cuánto tiempo de militancia en el partido para poder tener aval del mismo. Enhorabuena, el presidente Uribe, que sabe bastante de política y de ganar elecciones, desecha ese tipo de alternativas excluyentes y sectarias que, ante todo, denotan una infinita ignorancia en materia política de quien las propone. ¿Usted por qué Centro Democrático se inclina: por el cerrado, dogmático y excluyente o por un Centro Democrático abierto a nuevas personas y tendencias ideológicas?
R N L. Creo que el Centro Democrático debe estar abierto para recibir a todos aquellos que lleguen a la conclusión de que el CD representa su manera de pensar. No creo que debamos ser ni dogmáticos, ni cerrados.
En todo caso, es indispensable que el candidato del Centro Democrático sea una persona que haya dado pruebas, a lo largo de su carrera, de su compromiso con las ideas que impulsa el partido.
No podemos correr el riesgo que nos pase, de nuevo, lo del presidente Santos, que se eligió agitando nuestras banderas y con el respaldo de nuestros votos y terminó gobernando de una forma totalmente contraria.
Rafael Nieto, durante su intervención en la convención del Centro Democrático.
L I. Usted como precandidato del Centro Democrático, ¿qué le va a proponer a la base uribista frente al acuerdo celebrado entre Santos y la banda terrorista de las Farc?
R N L. Ese acuerdo tiene dos vertientes especialmente peligrosas. La primera, es la manera en que se está implementado y la segunda, el contenido mismo del acuerdo.
L I. Hablemos en detalle de cada una de las vertientes que usted plantea.
R N L. Evidentemente ese acuerdo está siendo implementado en contra de la voluntad de los colombianos, la cual fue expresada en el plebiscito del 2 de octubre pasado. Aquello es inaceptable en una democracia verdadera.
El acuerdo vulnera la constitución, la suplanta y hiere a la institucionalidad republicana porque corta de manera sustantiva las funciones del congreso, castrándolo y lo convierte en un mero votante.
El acuerdo hipertrofia al presidente de Colombia, porque le concede unas facultades extraordinarias para gobernar por decreto. Ya habría querido Chávez tener unas facultades como las que le han sido entregadas a Santos.
El acuerdo, también le quebró el espinazo a la rama judicial, creando una jurisdicción especial prevalente, excluyente, autónoma, que está por encima de todas las cortes que hay en el país.
L I. Me ha hablado de temas mecánicos que son delicadísimos. Pero resultan aún más graves los contenidos mismos del acuerdo.
R N L. Así es. Le voy a enunciar los aspectos que encuentro más delicados. Terminó convirtiendo en una realidad el principio de que ser pillo, paga. Los miembros de las Farc recibirán unos beneficios que no tienen los ciudadanos comunes y corrientes, que nunca han secuestrado, asesinado, puesto bombas o cometido actos de terrorismo.
Se ha establecido un sistema de financiación para el partido de las Farc que le entregará a ese partido una suma de dinero muchísimo mayor que la que se le entrega a cualquiera de los partidos políticos en Colombia.
Las Farc, además, van a cogobernar a través de la denominada comisión de seguimiento e implementación. Tres miembros de esa organización, tendrán la capacidad de definir cuál será la agenda legislativa del congreso y de vetar los proyectos de ley y acto legislativo que presente el gobierno.
Pero además de ello, recibirán 20 emisoras de radio y privilegios de acceso a la televisión pública.
Todo se remata con 10 curules gratis para las Farc y la posibilidad de acceder a 16 más, a través de movimientos afines.
El contenido de los acuerdos es peligroso para la democracia y para la vida civilizada.
L I. Hace pocos días en el periódico New York Post, la prestigiosa periodista Monica Crowley escribió un artículo durísimo contra el proceso de Santos y las Farc, en el que dice que los contribuyentes norteamericanos no tienen porqué pagar por ese proceso con una banda que es narcotraficante y sigue siendo calificada como grupo terrorista. Doctor Nieto, si usted es presidente de Colombia, ¿extradita a los Estados unidos a los cabecillas de las Farc?
R N L. Si la constitución me lo permite, evidentemente los extradito. Si la constitución no me lo permite, tendré que respetarlo, pero buscaré hacer las modificaciones pertinentes para hacer que esas extradiciones sean posibles, sobre todo contra aquellos miembros de las Farc que sigan involucrados en narcotráfico o contra aquellos que no estén cumpliendo cabalmente con sus compromisos posteriores a la desmovilización.
Publicado: mayo 8 de 2017