Aunque recibió $50 millones de pesos en el carrusel de la corrupción en Bogotá, esposo de Clara López quedó impune.
La entrevista a Manuel Sánchez
En una reveladora entrevista concedida a la emisora W Radio, el testigo estrella de la fiscalía en el caso del denominado carrusel de la contratación en Bogotá, Manuel Sánchez, aseguró que en su colaboración con la justicia, oportunamente entregó pruebas contra la ministra de Trabajo, Clara López Obregón, quien fue la secretaria de gobierno de Bogotá durante la corrupta alcaldía de Samuel Moreno Rojas, condenado a 24 años de prisión, luego de que se compraba su participación activa en el saqueo a la capital colombiana.
Carlos Romero
El esposo de Clara López es el dirigente comunista y exconcejal, Carlos Romero, quien ocupó una curul en el cabildo de Bogotá durante los aciagos años del robo a la ciudad.
Romero resultó elegido con el aval del partido Polo Democrático y fue vinculado en el escándalo del cartel de la contratación.
El testimonio de Julio Gómez
Uno de los protagonistas de la operación criminal fue el contratista Julio Gómez, quien terminó condenado por el tribunal superior de Bogotá a 10 años de cárcel.
En uno de los interrogatorios rendidos por Gómez, él declaró detalladamente cómo había conocido a Carlos Romero, a quien necesitaba “para poder plantearle un negocio”.
En palabras del contratista, la cita tuvo lugar en la sede política de Romero.
El negocio planteado
Según Gómez, el negocio que hizo con Carlos Romero consistió en que él en su condición de concejal de Bogotá debía lograr que los alcaldes locales de la capital pudieran contratar de manera directa la construcción de vías en los distintos barrios de la ciudad. Para tal efecto, era necesario que el secretario de obras diera el visto bueno.
Dice el contratista Gómez que “Romero me dice que en efecto él es amigo del señor Baena –secretario de obras durante la administración de Luis Eduardo Garzón- y que va a concretar una cita con él para que yo mismo le explique de qué forma tendrían que ser los convenios…”.
Por esa gestión, Gómez le ofreció a Carlos Romero el 10% de los contratos que sus empresas pudieran suscribir como consecuencia de aquella gestión.
Ante el ofrecimiento, narra Gómez, “el concejal me dice que listo y que va a conseguir la cita…Más adelante, a la semana siguiente vuelvo a tener una reunión con el concejal Romero en la sede política de él ya mencionada y me dice que el negocio va a salir, que él se encuentra en campaña política y que necesita que le colabore con un dinero y que lo descontamos después del negocio que se haga y me solicita la suma de 50 millones de pesos”.
La entrega del dinero
Julio Gómez accedió a entregar los $50 millones de pesos, los cuales fueron desembolsados en efectivo y frente a dos testigos: los señores John Guerra y William Arévalo.
La valoración de la fiscalía
En criterio del fiscal que llevó esa investigación, el recientemente dimitido Juan Vicente Valbuena, las declaraciones de Julio Gómez contra Carlos Romero “…resultan creíbles ya que la posibilidad de negociación de la que habla no es ajena al mundo fenomenológico, indica que existen personas que conocieron de la entrega del dinero…”.
Lo curioso es que a renglón seguido, el mismo Valbuena concluya que “puede haber un provecho ilícito, pues se ingresaron al patrimonio de la campaña del entonces concejal Carlos Romero, esos cincuenta millones de pesos que son permitidos para cubrir gastos de esa naturaleza, sin embargo esos aportes a las campañas políticas por parte de particulares son legales y además están regulados en la ley…”.
Impunidad
Luego de hacer toda suerte valoraciones enrevesadas, el exfiscal Valbuena, tan activo para “castigar” a unos, pero tan laxo a la hora de ayudar a ciertos recomendados, resolvió ordenar el archivo de la investigación contra el esposo de Clara López, a pesar de que quedó probado que uno de los cerebros del desfalco de Bogotá efectivamente le entregó $50 millones de pesos como “anticipo” de un negocio corrupto que intentaron llevar a cabo.
Publicado: abril 27 de 2017