Empiezan a acomodarse las cargas en el escándalo de Odebrecht. Los recientes movimientos de la fiscalía general de la nación, permiten prever el rumbo que el doctor Néstor Humberto Martínez le dará a la investigación del más espeluznante escándalo de corrupción de Colombia.
En un concepto realizado como abogado particular, Martínez aseguró que la carretera entre Ocaña y Gamarra no podía adjudicarse a dedo y que, por tratarse de una vía totalmente distinta a la ruta del sol, era perentorio que se hiciera una licitación.
Pero como denunciaron a comienzos de año LOS IRREVERENTES, la ministra de Transporte de la época, Cecilia Álvarez, se burló del criterio de los expertos y, en aras de congraciarse con la familia de su pareja sentimental permanente, Gina Parody, orquestó todo para que la carretera que beneficia los negocios de los Parody –propietarios de un puerto en Gamarra- le fuera adjudicada a dedo a Odebrecht. (Puede leer “La ruta Parody” y “La ruta de Cecilia Álvarez”).
En ese negociado, metieron mano personas cuestionadas como el capturado Otto Bula, quien fungía como agente corruptor al servicio de Odebrecht y el poderoso Roberto Prieto, gerente de las campañas y mejor amigo del presidente Santos.
Prieto, a través de un testaferro suyo, Andrés Giraldo, movió los hilos para lograr que el gobierno le adjudicara, semanas antes de la primera vuelta presidencial de 2014, la adición de $900 mil millones de pesos a Odebrecht. Por esa gestión, la gerencia de la campaña de Santos habría recibido un millón de dólares en efectivo. Lo que aún no han podido determinar las autoridades es si el destino final de esos dineros fueron las cuentas personales de Prieto o la campaña reeleccionista de Santos.
Como reveló en exclusiva este portal, en 2010, Odebrecht le aportó ilegalmente $400 mil dólares a la campaña de Santos, antecedente que permite creer con fundamento que la operación de financiación criminal se repitió en 2014, cuando Prieto volvió a ser gerente de la candidatura de Juan Manuel Santos.
Dado que en criterio de Néstor Humberto Martínez la construcción de la carretera en cuestión debía entregarse a través de una licitación, él le ha presentado a la corte suprema de Justicia un impedimento para no poder conocer de la investigación que se adelanta contra las cuestionadas, y hoy escondidas por fuera del país, exministras Gina Parody y Cecilia Álvarez.
El panorama no es en absoluto halagüeño para el gobierno. Fuentes de la fiscalía aseguran que en los próximos días, Roberto Prieto será llamado a imputación de cargos por su evidente participación en la operación corruptora. Similar suerte correrá su testaferro, el oscuro Andrés Giraldo.
Lo cierto es que hace 4 meses, Santos creyó que su poder y la forma como él ha manipulado y sobornado a un sector de la justicia con puestos y prebendas, le bastaría para desviar la atención del escándalo Odebrecht. Pero su castillo de naipes ha colapsado por la fuerza de las evidencias y por la participación activa de un actor con el que no contaban los estrategas de la Casa de Nariño: la justicia de los Estados Unidos, que silenciosa pero eficazmente ha avanzado en dicha investigación que se ha nutrido de ríos de información recabada por las agencias de investigación e inteligencia de aquel país. (Al respecto, lo invitamos a leer “Investigación Odebrecht “made in USA”).
Las próximas horas serán definitivas. Un investigador, le aseguró a LOS IRREVERENTES que “se darán a conocer decisiones de fondo con base en la información hasta ahora recaudada. Sólo falta que desde Brasil lleguen pruebas adicionales para terminar de establecer la teoría del caso. Pero le aseguro que no habrá impunidad y que los responsables, cuyos nombres ya conocemos, tendrán que responderle a la sociedad”.
Publicado: abril 24 de 2017