¿Por qué Daniel Samper no se ha referido al desfalco de Reficar, escándalo que enloda al suegro de su hermana?
Aunque los delitos de sangre no existen y nadie es culpable por los crímenes que haya cometido un pariente, sí es cierta la existencia de familias que operan como clanes en los que unos violan la ley y otros se encargan de tapar o desviar la atención, ya sea para evitar el escarnio o para desviar la acción de la justicia.
El humorista Daniel Samper Ospina no es culpable de que su tío el expresidente Samper haya negociado con el cartel de Cali la presidencia de la República, ni que se haya convertido en el principal testaferro político de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela. Tampoco es responsable del asesinato del doctor Álvaro Gómez Hurtado, crimen en el que participó de manera decidida su tío.
Claramente, el humorista Samper Ospina no se refiere a aquellos actos criminales en sus apariciones públicas. Tal vez lo evite por vergüenza, o por simple complacencia frente a los mismos. Nadie lo sabe.
Lo que resulta incomprensible es que él intente posar como faro moral de la República y se valga de sus espacios humorísticos para señalar a los enemigos políticos e ideológicos de la familia Samper, a quienes acusa de corruptos.
En días pasados, a través de las redes sociales, la emprendió contra el exprocurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez, descalificándolo por sus creencias religiosas.
Llama la atención que Daniel Samper Ospina sea tan selectivo en su pretendida defensa por la moralidad pública. Por ejemplo, ni una palabra ha dicho del nauseabundo desfalco de la Refinería de Cartagena, REFICAR, que según la Contraloría General de la República fue de más de $4 mil millones de dólares.
Uno de los primeros señalados por haber permitido el aberrante carrusel de sobrecostos, fue el miembro de la junta directiva de Reficar, Orlando Cabrales Martínez, conocido con el alias de El Pompi.
Los Samper están unidos con Cabrales por razones políticas y familiares. Políticas, porque efectivamente El Pompi fue ministro de minas de Ernesto Samper, en tiempos en los que las personas honorables de Colombia marcaban distancia de aquel narcogobiernante.
Y familiares, porque el suegro de la hermana del humorista Daniel Samper, María Angélica es, precisamente, El Pompi Cabrales.
Aquello explica porqué el “cuentachistes” virtual haya establecido un doble rasero a la hora de ejercer como denunciante de hechos que atentan contra el tesoro público. Frente al robo más grande que se ha cometido en nuestro país, Samper Ospina ha pasado de largo. Al fin y al cabo, su familia funciona como un clan. Su padre, en tiempos del 8000 no solo volteó la mirada, sino que se convirtió en un asesor en la sombra de Ernesto Smaper para ayudarlo a encubrir sus delitos.
Es posible que a Samper Ospina el robo de $4 mil millones de dólares no le parezca un tema importante y prefiera dedicarse a desviar la atención del mismo, con lo que le echa una manito al suegro de su hermana y exministro de su cuestionado tío.
Publicado: abril 23 de 2017
4.5