Debe ser angustioso para Antonio Navarro, Antonio Sanguino y Rodrigo Romero, dentro del Partido Verde, tener que soportar diariamente las ocurrencias extravagantes de Claudia López y su compañera, a quienes para entender y comprender, a lo mejor tendrán que acudir no a los textos de derecho constitucional, sino al almanaque Bristol, que trae consignadas e impresas con claridad, las fases de la luna, predicciones del tiempo, mareas y cálculos astronómicos, que probablemente sirvan para otorgar un indicio aproximado del destino y las intenciones de la controvertida pareja.
Lo afirmo así, porque no se entiende de otra manera, que hayan suscrito un documento para solicitar ante la Registraduría Nacional de Estado Civil la confusa convocatoria a un mecanismo de participación que adecuaron a consulta popular sin serlo, habiendo nacido por esta y otras circunstancias jurídicas, viciada desde su absurda exposición de motivos que viola la Constitución Política de Colombia y atenta contra los derechos humanos.
Todo texto de proyecto o norma constitucional o legal debe llevar consigo contenidos semánticos que atiendan a la lógica conceptual, proposicional y de contenido cognitivo, que permitan una interpretación común a los ciudadanos. Si eso no es así, sencillamente se desdibuja el propósito y el contenido del mensaje y se estatuye una proposición errada y equivocada. Ese también es un evento de corrupción, porque detrás de un equivocado mensaje, se esconde un fin de desviación de poder.
La sola introducción a la exposición de motivos es literalmente opuesta a la Constitución Política, al orden jurídico preexistente y a la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Como así que la señora Claudia López le pide la vocería al Estado colombiano para ejercer en nombre de los ciudadanos la pretensión de que “Finalizado el conflicto armado nuestra gran prioridad es domesticar a la clase política” colombiana. Es decir, ¿qué estamos gobernados y administrados, según los solicitantes de la Consulta Popular, por animales? En los términos de la Exposición de Motivos presentada ante el registrador Nacional del Estado Civil, el presidente de la República, el presidente del Congreso Nacional y todos sus miembros, integrantes de la clase política de nuestro país, sin excepción son animales.
Al incluir en la exposición de motivos de la solicitud de la consulta, que la intención es avanzar en la domesticación de los políticos colombianos, están atentando además, contra la dignidad humana de todos los colombianos, ya que según el artículo 40 de la Constitución Política de Colombia, todos los ciudadanos de manera activa o pasiva, participamos en la conformación, ejercicio y control del poder político. Considero que en esto están escachados quienes con la excusa de luchar contra la corrupción, cuyo propósito está contenido en los principios y fines esenciales del Estado constitucionalmente, pretenden que el Estado colombiano le atienda una chiripiorca más a la señorita Claudia Nayibe López Hernandez, para que junto con su novia, se dediquen, con los dineros del fondo de fortalecimiento de la democracia, a hacer campaña para la Presidencia de la República, en desventaja con los demás aspirantes.
Existiendo la Ley 1757 de 2015, no creo que el Senado de la República otorgue patente de conveniencia a la convocatoria para esta inconstitucional consulta popular y menos concepto favorable previo para que del erario se gasten un montón de plata y no le de chiripiorca a la doctora Claudia López quien cada vez que enseña sus cojones, encarama y asusta a medio establecimiento colombiano. De ser así, cambiemos la Constitución y que nos gobiernen con el Pintoresco Almanaque Bristol. Por ahora el registrador Nacional tiene la palabra.
Publicado: febrero 21 de 2017