No hay semana en la que los colombianos no oigan a su presidente profiriendo disparates. El episodio más reciente tuvo lugar en el Catatumbo. Evidentemente borracho, en relación con el caso del narcoterrorista alias Jesús Sántrich, expresó que “yo mismo constaté (…) que las grabaciones nada tenían que ver con el envío de cinco kilos de cocaína a los Estados Unidos, sino con cinco mil libros de poesía que había hecho Sántrich y que esperaba que editaran en México, y los que hablaban a nombre de México eran agentes de la DEA poniendo una trampa”.
No es una broma. Lo dijo muy en serio y, como se advierte en el video, con absoluta convicción. Se puede concluir del dicho de Petro, que el capo de las Farc era un connotado escritor que pretendía inundar al planeta con su obra literaria y que, por cuenta de un entrampamiento, la humanidad perdió la oportunidad de nutrir su alma con versos de calidad semejante a los legados por don José de Espronceda, Baudelaire, Lord Byron; y si se quiere hispanoamericanos, Jorge Isaacs, José Asunción Silva, Borges, Neruda, Octavio Paz o Mario Benedetti.
¡Cinco mil libros! Se tenía confianza el bandido Sántrich, en un momento en el que los índices de lectura continúan a la baja. En México, el promedio oscila entre 1.7 y 3.9 libros al año. En Colombia, la cifra máxima es de 2.7, mientras que, en Venezuela, país muy querido por los bandidos de las Farc, es de 2.
Entrando al fondo del asunto, la aseveración del presidente de Colombia es contraevidente. Los socios de alias Jesús Sántrich, Fabio Younes Arboleda y Armando Gómez España -padre de la ex señorita Colombia Carolina Gómez- fueron extraditados a los Estados Unidos y condenados por la justicia de este país.
Younes confesó su participación en el tráfico de estupefacientes y recibió una sentencia de 10 años de cárcel. Gómez España, por su parte, recibió una condena de 5 años y 7 meses, por cuenta de su avanzada edad.
En ambos casos, quedó perfecta e incontrovertiblemente establecido que ese par de narcos delinquían de la mano de Sántrich.
A pesar de que existe información en el sentido de que Sántrich posiblemente murió en un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, la DEA mantiene vigente una recompensa de U$10 millones de dólares por su cabeza.

Evidentemente no es buscado por las autoridades para que comparezca en un teatro con el fin de presentar su obra literaria, sino para que responda en una corte del Distrito Sur de Nueva York por los delitos de conspiración para cometer actos de narcoterrorismo, conspiración para traficar cocaína hacia los Estados Unidos, en asociación con el tráfico internacional de armas.
Petro, que tiene la costumbre de defender y exaltar delincuentes como Armando Benedetti, ha ido más allá al calificar a uno de los más peligrosos terroristas de las últimas décadas como un romántico compositor de elegías.
Publicado: marzo 10 de 2025