Amando y Ángela Benedetti no proceden como hermanos, sino como dirigentes de un clan criminal. La primacía del nuevo ministro petrista es evidente, lo que no significa que la exconcejal de Bogotá sea, al decir popular, una perita en dulce.
Hace cerca de un año, lamentando que el gobierno no le había dado puestos ni contratos, Ángela Benedetti empezó a fingir una posición crítica contra el régimen de Petro.
El burdo movimiento de los Benedetti es evidente: Armando seguirá exprimiendo hasta el final a Petro y Ángela, mientras tanto, busca espacios en la oposición. Importante que los aspirantes presidenciales tengan muy claro que los Benedetti no pueden integrarse a sus campañas.
La hostilidad del clan contra Laura Sarabia tiene una simple explicación: se les creció el enano. En contra de toda provisión, la canciller petrista resultó ser más bandida, más corrupta, más inescrupulosa y más peligrosa que los Benedetti. La alumna superó al maestro en las “artes” de la criminalidad.
A diferencia de otros corruptos colombianos de renombre, Sarabia no goza de ningún poder. El que ostenta ahora es meramente circunstancial y temporal. Cuando salga del gobierno quedará expuesta, sin apoyos políticos, con una larga lista de enemigos y, cómo no, un inmenso grupo de víctimas reclamando que la justicia haga su tarea.
Hay algo que debe abonársele a la ministra de Relaciones Exteriores, y es su capacidad de asimilación. Aprende con facilidad y rapidez lo que transmiten sus maestros. Benedetti le mostró con el ejemplo que el corrupto integral es aquel que no deja pasar ninguna oportunidad. No hay saqueo menor. Todo sirve y todo suma.
Su nombre aparece referenciado en todo tipo de acciones delincuenciales. Como en los toros, rompió plazamandando a chuzar y torturar a su empleada del servicio. Ese oscuro episodio está adobado con el alegado suicidio de un coronel de la policía.
Con el mega asalto de la UNGRD, más de una vez, los capturados y los delatores han afirmado que esa mujer metió sus manos en el saqueo.
Ahora se ha sabido que también está involucrada en la gran operación criminal del drenaje de las arcas de la salud.
Sarabia no disimula su ambición. Hace tres años andaba en Transmilenio. Hoy tiene una gran fortuna. Dinero mal habido. Pero es una ladronzuela de poca monta que ha dejado demasiadas huellas y, tarde o temprano, acabará tras las rejas.
Publicado: marzo 3 de 2025