Las Constituciones de algunos países, no de todos, contemplan la posibilidad de Conceder poderes excepcionales al jefe de gobierno en circunstancias especificas, por necesidades extremas que ponen en grave riesgo la estabilidad del país.
La Constitución de 1886 en el articulo 121 establecía que ¨en caso de guerra exterior, conmoción interior, podrá el Presidente, con la firma de todos los ministros, declarar turbado el orden público y en estado de sitio toda la República o parte de ella ¨.
El precepto constitucional, en la práctica, habilitaba al presidente a legislar indefinidamente. Mas de la tercera parte del siglo XX, Colombia se mantuvo en estado de sitio.
Y esa figura fue la que habilitó, por ejemplo, para que el presidente Julio Cesar Turbay suscribiera el célebre decreto1923 de 1978, a menos de un mes de haberse posesionado como Jefe de Estado.
El decreto en cuestión, conocido popularmente como el Estatuto de Seguridad, se constituyó en una formidable herramienta para dotar de herramientas legales al Estado en la lucha contra el crimen organizado, particularmente los grupos guerrilleros terroristas.
Los golpes militares y de policía más fuertes que el Estado pudo propinarle a la banda criminal M-19 se dieron en el marco de la norma promulgada por el doctor Turbay.
Los terroristas de la banda de la que Petro hizo parte, respondieron la puesta en marcha del Estatuto secuestrando la embajada de la República Dominicana en Bogotá.
El grupo terrorista creyó equivocadamente que el presidente Turbay derogaría el decreto y que suspendería el estado de sitio. Se equivocaron. El Ejército de Colombia, bajo la guía del entonces ministro de Defensa, el gran general Luis Carlos Camacho Leyva, dejó prácticamente desmantelado al M-19, con cientos de terroristas dados de baja y nueva parte de sus cabecillas tras las rejas. Operaciones como las de Patascoy en Nariño o la recuperación del arsenal de armas que esa estructura había robado del Cantón Norte, se constituyeron en golpes demoledores de los que los hampones sólo pudieron recuperarse cuando sellaron su alianza, a instancias del narcoterrorista Iván Marino Ospina, con el capo del narcotrafico Pablo Escobar.
Petro y sus compañeros en el pillaje, alegaban que el estado de sitio era un instrumento de represión política, que se utilizaba para reprimir a la oposición política. Demandaban que el Ejecutivo no tuviera, en ningún caso, poderes legislativos para evitar que aquellos fueran utilizados para, por ejemplo, ¨militarizar el país¨ o perseguir a los críticos del gobierno de turno.
La ¨lucha ¨ contra el estado de sitio fue una de las banderas del grupo terrorista que, en 1991 -ya desmovilizado- participó en la redacción de la Constitución que hoy rige a Colombia.
Con el voto en contra de los delegatarios del M-19, los constituyentes consideraron que era necesario dotar al Ejecutivo con mecanismos que le permitieran, en casos excepcionalísimos, expedir decretos con fuerza legislativa para hacerle frente a situaciones extremas de orden público, o de grave riesgo medioambiental o en medio de una crisis económica imprevista.
Así nació la llamada conmoción interior que, con modificaciones de fondo, es una versión actualizada del célebre estado de sitio.
Desde siempre se ha advertido que Petro está buscando la manera para eternizarse en el poder. En algún momento él mismo empezó a hablar de una constituyente, idea que no prosperó. Pero en el ambiente ha estado la advertencia de que, a través de un estado de conmoción, que le confiere plenos poderes al Gobierno, se pueda hacer un chocorazo y, alegando cualquier sandez relacionada con el orden público se ordene la suspension del calendario electoral que preve, como es sabido, elecciones de Congreso y Presidente de la República en el primer semestre del año entrante.
Como terrorista activo en el M-19, Petro aterrorizó a los colombianos alegando que estaba luchando contra el estado de sitio. Como presidente, se vale de una medida semejante para, pasados más de 40 años, volver a horrorizar al pueblo, pero con el fantasma de la perpetuación en el poder.
@IrreverentesCol
Publicado: enero 22 de 2025