Mientras que continúa el proceso de implosión interna del desgobierno amoral, déspota, corrupto, Pegasus, sin visa a Inglaterra gracias a la insuperable gestión decreciente del embajador en Londres, bien le podríamos proponer al escritor de novelas de acción y suspenso don Gustavo Bolívar, porque de eso si sabe, una nueva y actualizada versión de la novela el Precio del Silencio que tendría un reparto inigualable.
Pacheco dame la A: Como actor principal en el rol de un político ambicioso y sin escrúpulos tendríamos a Armando Benedetti, quien terminó dándole el golpe blando y duro a su jefe quien le compra su silencio. Estuvo en las huestes del partido liberal hasta el 2005. Luego, como buen oportunista se enroló al naciente partido de la U. Desde el 2013 hace parte de la Unidad Nacional o Pacto Histórico que rige las riendas de la presidencia de un país macondiano en cabeza de unas monjitas de la caridad llamadas m-19.
Pacheco dame la B: el excongresista y ¿exembajador? Roy Barreras, quien comenzó su carrera política en el partido de la U, teniendo como padrino político al expresidente Uribe. Hoy, como buen camaleón, sabe camuflarse para salir incólume de todos los escándalos de corrupción que rodean al desgobierno de turno.
Pacheco dame la S: Aparece una joven asistente del mismo Benedetti, la señora Laura Sarabia, tan joven y sin temor a Dios, porque en silencio se fue ganando la confianza de su jefe. Ahora, es quien maneja y controla todo en la Casa de Nariño desde que se levanta, hasta que se acuesta.
Lo que une a estos tres personajes es su ambición no solo por el poder, sino por el dinero. Todavía, se encuentra en la memoria visual de los colombianos cuando el excongresista Barreras se devolvió por un maletín cargado de dinero en efectivo que había olvidado en el hotel Opera del centro de Bogotá.
A la señora Sarabia, también le pillaron no uno, sino varios maletines cargados de dinero cuando estalló el escándalo de su niñera, Mayerbis, quien se encontraba a cargo de su bebé recién parido, a, e. Así, le paga el diablo a quien le sirve, dirá Mayerbis.
Podría incluirse a la trama un auto suicidio a lo Nisman, con un comando iraní del joven Tarek El Aisami.
Como personajes secundarios, Pacheco dame la B de Bonilla, un ministro de hacienda que debería renunciar por decoro al igual que Pacheco deme la R, de Roa, quien está llevando a la ruina a Ecopetrol.
Pacheco dame la R de Rojas, mineducación quien está quebrando al sector educativo de la misma manera como la C de Corcho llevó al sector salud al lugar donde se encuentra, por asfixia mecánica.
Es que el socialismo acaba con todo hasta con la M de Margarita.
Hablando del sector salud Pacheco deme la J de Jaramillo, quien predijo que Bonilla tendría que poner la C de Culo porque se iba acabar la P de plata.
Pacheco deme la V de Velázquez min de la indefensa.
Finalmente, se presenta un personaje por la P o por la G, del cual no se tiene claridad alguna sobre su personalidad. Siempre mirando al piso cuando habla, nunca mira de frente. Se comenta que presenta serios trastornos de personalidad guardando secretos de infancia en su interior.
Pacheco, bien podría pedir la N de Name, la C de Calle, la O de Olmedo, la O de Ortiz, la S de Sneyder y la Pc del partido conservador.
Puntilla: Ahí le dejo la idea, señor Bolívar para su próxima novela.
Rafael Gómez Martínez
Publicado: diciembre 3 de 2024