Para los colombianos que no lo tienen referenciado, Juan Carlos Monedero es un comunista fundamentalista español, cofundador de Podemos, colectividad de extrema izquierda que hace una década estuvo a punto de desbancar al poderoso PSOE, y que hoy no es más que un grupo diminuto e intrascendente cuyos diputados son personas nulas intelectual y moralmente, empezando por una mujer que se llama Ione Belarra, activa promotora de la violencia contra el pueblo judío.
Monedero trabajó hombro a hombro con Pablo Iglesias hasta que, a comienzos de este año, se dio la ruptura definitiva. ¿Disputa por el dinero? Lo cierto es que Iglesias sacó a patadas a su antiguo socio de canal red, un canal de YouTube a través del cual difunden toda suerte bulos y mentiras, con los que adoctrinan a los imbéciles que comparten sus “ideas”.
Las primeras “aventuras” periodísticas del combo Iglesias-Monedero fueron financiadas por el régimen terrorista iraní.
Los mercenarios son aquellas personas que se venden a quien esté dispuesto a pagar por sus servicios. Parecido al proceder de las meretrices.
Cualquier régimen socialcomunista latinoamericano que tenga los fondos suficientes podrá contar con los servicios de “asesoría” de Juan Carlos Monedero. ¿Qué es lo que ofrece el español en sus consultorías? La respuesta es inequívoca: humo.
La extrema izquierda que es tan incisiva en el rechazo al “imperialismo”, se derrite de emoción al contar con los servicios de personas que les hable con el marcado acento de los españoles. Desde hace muchos años, el terrorista catalán Xavier Vendrell es asesor de cabecera de Petro.
Monedero se ha hecho fabulosamente rico asesorando a la narcodictadura venezolana. En la reciente campaña presidencial, y en los días posteriores al robo del resultado, se veía a Monedero en las tarimas saltando como un estúpido, aplaudiendo como una foca y babeando como un tarado mientras su pagador, esto es Maduro, notificaba su voluntad de desconocer el resultado real de las elecciones. Al decir popular, por la plata baila el mono.
Monedero no es ningún angelito. Alumnas suyas en la universidad Complutense lo han denunciado por acosador. Hace poco más de 2 años, el campus universitario amaneció forrado con posters en los que se leía que él, Monedero, profesor de la facultad de ciencia política y sociología, buscaba seducirlas valiéndose de su calidad de profesor.
Como la justicia de “género” tiene sesgo, la justicia española no ha hecho nada para investigar esos graves señalamientos. No obstante, la universidad madrileña adoptó decisiones al respecto, prohibiendo que, por ejemplo, Monedero pueda llevar alumnas a su oficina y, mucho menos, que se reúna con ellas a puerta cerrada. Salvo la cárcel o la castración química, no existe una medida preventiva suficientemente eficaz para contener a un violador en potencia.
Ese es el perfil del hampón al que el gobierno colombiano acaba de contratar para que imoarta charlas sobre medios alternativos. En otras palabras, para que, con español de España, les enseñe a los bodegueros y sicarios morales petristas, cómo optimizar sus recursos y ser más efectivos en sus labores de acoso digital.
Publicado: septiembre 25 de 2024