Es un hombre respetuoso, decente, atento, paciente. Su interlocutor, sin importar su filiación ideológica, tiende a creer que es uno de los suyos.
Forjado en el quehacer parlamentario bajo la tutela de Aurelio Iragorri, un político colosal, cuya voz fue oída con respeto en el Capitolio durante casi cuatro décadas, el actual secretario general del senado tiene todas las de ganar en la competencia por la procuraduría general de la nación.
Debe reconocerse que Petro jugó hábilmente. Eljach es la ficha ganadora. Muchos de la extrema izquierda votarán con agrado por él, mientras que los partidos tradicionales -el establecimiento- ven en esa postulación prenda de garantía de que la Procuraduría no quedará en manos de un desaforado como, por ejemplo, Jorge Fernando Perdomo, una de las personas que Petro pensaba nominar.
Algunos empiezan a decir que es una “terna de uno”, lo cual es radicalmente falso. Nadie puede desconocer el peso específico del exsenador Germán Varón Cotrino -ternado por la corte suprema-, o la trayectoria en el sector publico de Luis Felipe Henao -postulado por el consejo de Estado-.
En las nominaciones donde la selección se hace de una terna, normalmente se configura una suerte de consenso alrededor de alguno de los aspirantes. Es natural que aquello suceda.
Hasta hace pocos días, cuando la corte suprema se inclinó por Varón Cotrino, todo indicaba que él sería el elegido. Todo cambió con la decisión de Petro. Quien conozca algo de la dinámica en el Sanado sabe que no hay una persona capaz de vencer a Gregorio Eljach.
Surge entonces una legítima inquietud: ¿Eljach ha quedado embargado por la Casa de Nariño? Será él quien, con sus actuaciones al frente de la procuraduría demuestre si será un funcionario de bolsillo y un lacayo de Petro, como efectivamente está sucediendo con la oscura fiscal general Camargo.
La elección se surtirá en los primeros días de octubre. Desde ahora se ha advertido la presentación de demandas y de nulidades, algo muy común en Colombia donde hasta los partidos de fútbol pretenden ser definidos en un despacho del complejo judicial de Paloquemao.
Seguramente empezarán a alegar que la terna está viciada porque ninguno de los postulantes incluyó a una mujer y que, entonces, se está violando la anacrónica ley de cuotas, norma que obliga a que en las listas y cargos haya, mínimo, un 33% de mujeres.
Nada que no se haya visto en el pasado. Quienes tienen prevenciones frente a Eljach, deberían pensar que el plan A de Petro era el exvicefical Perdomo, un sinvergüenza ampliamente reconocido por urdir montajes judiciales y desatar persecuciones políticas, por no hablar de sus depravaciones y vicios.
Publicado: septiembre 23 de 2024