El del denominado clan Jaller es uno de los entramados de corrupción privada más repugnante de la historia reciente de Colombia.
Ese caso, que ha sido cubierto a profundidad por LOS IRREVERENTES, ha tenido múltiples aristas, y un alcance verdaderamente indignante. Jaller y su núcleo familiar, con dineros robados a la salud, pagaron multimillonarios sobornos a funcionarios, periodistas, jueces y fiscales.
Uno de los estructuradores de la trama fue el otrora poderoso fiscal barranquillero Gustavo Orozco Pertuz quien, valiéndose de su posición, sirvió a los interese oscuros de los Jaller.
En agosto de 2018, este portal denunció el crecimiento injustificado y desproporcionado del patrimonio de Orozco Pertuz quien, después de tomar decisiones ilegales favorables a los Jaller, adquirió una serie de bienes inmuebles que con su salario de $9 millones de pesos mensuales, jamás habría podido pagar.
Las propiedades, entre las que se encuentra una cómoda casa en el barrio La Cumbre, un apartamento, lotes, y hasta una casa de recreo en el municipio de Galapa, fueron escrituradas a nombre del exfiscal y de su esposa Raquel Constante Díaz. Sospechosamente, todos los inmuebles fueron pagados de contado.
Luis Fernando Acosta Osio, víctima de los Jaller y de Orozco Pertuz, presentó una denuncia con la esperanza de que la justicia actuara, como efectivamente sucedió. El exfiscal y tres jueces de la República, que también estaban en la nómina del clan Jaller fueron capturados en diciembre de 2001. A pesar de las maniobras dilatorias de la defensa de esos delincuentes, las decisiones llegaron, pues las pruebas eran irrefutables.
El 17 de abril de este año, el tribunal superior de Bogotá condenó a Orozco por el delito de prevaricato por acción, condena que fue apelada ante la sala penal de la corte suprema de justicia.
El alto tribunal, con ponencia del magistrado Gerson Chaverra, confirmó la sentencia. En el análisis, se concluyó que efectivamente Orozco Pertuz demoró injustificadamente la entrega de un expediente que tenía en sus manos. Esa conclusión de la corte permite deducir que el exfiscal efectivamente hizo mandados con el fin de favorecer los intereses ilegales del clan Jeller, estructura señalada de haber robado más de $30 mil millones de pesos de la universidad Metropolitana, y cerca de $100 mil millones del hospital Metropolitano, centro médico que recibía dineros del sistema público de la salud.
Hoy, Jaller y su esposa Ivonne Acosta se encuentran huyendo de la justicia, luego de que se decretara medida de aseguramiento en su contra.
A pesar de las decisiones judiciales que afectan tanto a Jaller como a sus cómplices en la administración de justicia, hasta hoy no se conoce la existencia de acciones tendientes a recuperar el dinero robado. Tampoco se han hecho las gestiones necesarias para lograr la extradición de Jaller y de su esposa, quienes viven muy cómodamente en la ciudad de Miami.
Publicado: agosto 8 de 2024