Aguante, cumbias, y la estrella del Atlético Bucaramanga

Aguante, cumbias, y la estrella del Atlético Bucaramanga

Lo vivido en Bucaramanga, en verdad fue histórico, nunca la ciudad se había unido y movilizado multitudinariamente por una causa como lo hizo por el Atlético Bucaramanga, pero lo más poderoso de esa causa fue que nos unió a todos, absolutamente a todos. 

La mejor lección que nos deja la primera estrella es la importancia del aguante, pero no es el que se relaciona con la resignación o porque toca, no, este aguante tiene relación con la fe, con la perseverancia y constancia, con la lealtad.

Creo que fue en 1981 cuando pise por primera vez el estadio Alfonso López para alentar al equipo, suficiente para quedar conectado de por vida con un sentimiento que es difícil de describir, menos, dejar, porque la relación con el equipo de su ciudad o de sus afectos, implica una relación con los antepasados, con el presente, con lo que somos, en mi caso, con el futuro, porque el futuro esta representado en la relación que le dejo a mis hijos Alejandro y Nicolás con el equipo, tan hinchas como yo. 

Esa movilización social y descomunal que vimos entorno al equipo también tiene otras explicaciones. La gente quiere causas que las unan en un país que está dividido y fraccionado hace más de cien años. Los santandereanos se unieron entorno al sentimiento por el equipo, pero también fue una oportunidad para recordar las luchas de nuestros antepasados, para refrendar nuestra identidad cultural y social, para demostrar que somos la raza que “lucha y sueña”.

Pero hay algo que afloró el campeonato, la ciudad escondida. Durante varios años se sabía que, en los sectores populares, en la periferia de Bucaramanga, la cumbia era (es) un elemento inamovible en la vida cultural y social en la barriada, ese generó musical que fusiona letras y sonidos tropicales con el folclor peruano, y que en las dos últimas décadas se mezcló con la cumbia argentina, que narra la pasión por el futbol, el amor, la vida en las villas.

En la anterior administración, el alcalde Juan Carlos Cárdenas, promovió la cultura de las cumbias como herramienta de inclusión social, eso le generó el rechazo de un sector de la opinión pública que, desconociendo esa realidad, ligaba esa cultura cumbiera con la criminalidad, la pobreza, y con los “ñeros”.

Sin saber quién impuso “la cumbia de los trapos” convertida en el himno del Bucaramanga en el proceso de su primera estrella, abrió el portón para que en todos los partidos, reuniones, celebraciones o vídeos alusivos al equipo suene una cumbia.

La gran lección que nos dejó esa estrella es que la gente merece que sus lideres promuevan causas, tangibles e intangibles, que identifiquen a la gente con lo que son, con lo que fueron, con lo que quieren ser. Vale la pena aguantar.   

@LaureanoTirado

Publicado: junio 21 de 2024