El auto de Lucy Jeanette Bermudez tiene explicación: su esposo mueve los hilos de la venidera Justicia Especial de Paz.
Una de las decisiones más controvertidas que ha adoptado la cuestionada magistrada del Consejo de Estado Lucy Jeanette Bermúdez tuvo lugar en junio de 2013 con ocasión de una demanda presentada por un ciudadano contra la designación de Jorge Fernando Perdomo como vicefiscal general de la nación.
Con pruebas y razones perfectamente incontrovertibles, el demandante demostró ante la sección quinta del Consejo de Estado que Perdomo no cumplía con los requisitos constitucionales para ocupar el cargo para el que fue nombrado por el tristemente célebre exfiscal Eduardo Montealegre Lynett.
Perdomo llegó a la fiscalía esgrimiendo certificaciones laborales perfectamente falsas emitidas por el Externado de Colombia, centro universitario que le fabricó una experiencia profesional ficticia.
Junto a otros dos consejeros, Bermúdez, en tiempo récord, evacuó el caso a favor del demandado, sin practicar las pruebas suficientes ni investigar a fondo el fraude procesal que cometieron la universidad Externado de Colombia y Perdomo.(Sobre este escándalo, puede leer: “Doctor Perdomo, aclare”)
Decisión política
Valiéndose de su condición de consejera de Estado, Bermúdez salió con una proclama más política que jurídica respecto del plebiscito del 2 de octubre y de la forma como el NO adelantó la campaña.
Lo que produce indignación es que la jurista, cuyo esposo fue recientemente recompensado con un contrato de 125 millones de pesos por parte de Ecopetrol, no haya dicho una sola palabra frente a los ostensibles desmanes cometidos por el gobierno en su condición de cabeza del SÍ.
¿Acaso la doctora Bermúdez no se dio cuenta cómo se puso al Estado en pleno al servicio de la causa del SÍ? ¿No registró los ríos de dinero público invertidos en publicidad a favor del acuerdo Santos-Farc?
Nada de ello llamó la atención de la magistrada. En cambio, sí quiso concentrarse en un sartal de mentiras y torpezas que hace algunas semanas dijo el fantasioso Juan Carlos Vélez, quien en el papel figuraba como gerente de uno de los comités promotores del NO, pero que en la práctica poco hizo para que aquella opción ganara el 2 de octubre pasado. (Respecto de este tema, puede leer “¿Por qué esconden la grabación de Vélez?”).
El interés de la doctora Lucy Jeanette Bermúdez no era de una ciudadana común y corriente que anhelaba que triunfara el SÍ. Sus esperanzas estaban afincadas en los beneficios laborales que para su esposo tenía la refrendación del pacto Santos-Timochenko.
El doctor Carlos Augusto Galvez Argote, exmagistrado de la sala penal de la Corte Suprema de Justicia y esposo de la doctora Lucy Jeanette es una de las fichas claves de dos personas que idearon el engendro al que bautizaron con el rimbombante nombre de Justicia Especial de Paz: Eduardo Montealegre y Juan Carlos Henao, rector del Externado de Colombia.
Pues bien, una fuente muy bien informada de LOS IRREVERENTES le confirmó a un periodista de este portal que el doctor Galvez Argote, uno de los grandes protegidos de Juan Carlos Henao, a través de Néstor Correa, manejará a la denominada Justicia Especial de Paz –JEP-.
Así las cosas, el rector Henao que se inventó el monstruo le ha delegado a su protegido Galvez Argote el control de la JEP y para ello Correa será designado como secretario técnico de la misma.
El control que sobre la JEP tendrá el exmagistrado Gelvez ayuda a explicar las razones enrevesadas que esgrimió su cónyuge Bermúdez para deslegitimar la heroica victoria del NO en el plebiscito.
La consejera de Estado, que en su momento le hizo un mandado a Jorge Fernando Perdomo quien claramente no reunía los requisitos para ser vicefiscal de Colombia, ahora le lanza un tremenda carga de profundidad al triunfo de la oposición democrática colombiana, con lo que no solo le hace el favor a Santos sino que, de paso, ayuda a pegarle un empujoncito a la gestión de su esposo como controlador, por instrucciones de Juan Carlos Henao, del aparato de justicia diseñado para lavar todas las culpas de las Farc.
@IrreverentesCol
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