¿Caerá Sánchez?

¿Caerá Sánchez?

Luego de las elecciones generales del pasado 23 de julio, la política española ha estado sumida en una profunda crisis por cuenta de las maniobras tramposas de Pedro Sánchez para mantenerse en el poder, empezando por pactar una amnistía abiertamente inconstitucional con los golpistas catalanes con el fin de favorecer al prófugo Carles Puigdemont, perseguido por la justicia por haber declarado la independencia de Cataluña. 

El PSOE, partido de Sánchez, perdió las elecciones, pero confeccionó una coalición Frankenstein para burlarse de la voluntad popular española que votó mayoritariamente por el Partido Popular, colectividad que, a pesar de tener el mayor número de asientos en el Congreso de los Diputados, no logró conseguir los apoyos suficientes para formar gobierno. 

La corrupción pulula en el gobierno de España. Hace unas semanas estalló el denominado caso Koldo, una operación delincuencial en la que altos cargos socialistas hicieron fabulosos negocios durante la pandemia a través de la venta de mascarillas falsas en diferentes Autonomías gobernadas por el PSOE. Mientras decenas de miles de españoles morían, los aliados de Pedro Sánchez se forraban.

Y como si lo anterior no fuera suficiente, se supo que la esposa del presidente, Begoña Gómez, valiéndose de su posición asesoró empresas que fueron favorecidas con multimillonarios giros durante la época en que el gobierno aprobaba los rescates económicos para mitigar los efectos de la pandemia.  

Todas las evidencias apuntan a que la mujer de Sánchez cometió el delito de tráfico de influencias, y muchos creen que hizo una importante fortuna por cuenta de las maniobras en las que estuvo involucrada. 

Familia que delinque unida, se mantiene unida. Ese debe ser el lema de los Sánchez. El hermano del presidente, que tiene un salario que escasamente supera los 50 mil euros, aparece como propietario de tres apartamentos, uno de ellos en San Petersburgo, Rusia. Igualmente, es portador de 1.5 millones de euros en acciones del BBVA. ¿De dónde salió el dinero para pagar los inmuebles y los títulos bursátiles? 

En la mañana del miércoles 24 de abril,  Sánchez compareció en la sesión de control político en el Congreso de los Diputados y reveló que su esposa está siendo investigada por un juez de la ciudad de Madrid. Horas después, a través de su cuenta de X, hizo pública una carta sensiblera en la que, además de ratificar su amor por Begoña -¿Habrase visto mayor cursilería?-, advierte que la investigación contra ella lo ha golpeado emocionalmente, razón por la que se alejará de la vida pública hasta el próximo lunes 29 de abril, día en el que anunciará si continúa o no al frente de la jefatura de gobierno de su país. 

El agudo periodista Federico Jiménez Losantos reaccionó al anuncio sentenciando que es una puesta en escena, una majadería de Sánchez: “Esto es una rabieta de un tirano. Lo hacía periódicamente Maduro, pero sobretodo Hugo Chávez…Este es un acto plebiscitario propio del tercer mundo. Un presidente de un gobierno europeo o dimite o no dimite, pero no dice ‘voy a pensarlo tres días para que veáis lo que sería vuestra vida sin mi… Esto es puro teatro”. 

Minutos después de que Sánchez sacara su carta, el presidente de Colombia corrió a ofrecer su solidaridad: “La ‘máquina del fango’ impulsada por la extrema derecha española ha buscado destruir la familia de Pedro Sánchez para detener las políticas progresistas. La política de la derecha es destruir a las personas. Mi solidaridad con el presidente de España y su familia…”.

Las cartas están echadas. Los problemas de Pedro Sánchez son monumentales y, al margen de que se vaya o no de La Moncloa, su impopularidad no dejará de crecer. Muchos aseguran que todo esto es una farsa. Pero lo cierto es que, con esa carta, el propio jefe de gobierno español se encargó de que el mundo entero supiera de la existencia de la investigación judicial contra su corrupta esposa. 

@IrreverentesCol

Publicado: abril 25 de 2024