Petro no está solo en su demencial defensa del grupo terrorista Hamas y en el ataque brutal al gobierno de Israel y al pueblo judío. Como se ha evidenciado, sus posturas son compartidas plenamente por el tirano ruso Vladimir Putin, por el dictador norcoreano Kim Jong Un y por los líderes fundamentalistas de la república islámica de Irán, país que promueve y financia las operaciones terroristas de Hamas en la franja de Gaza y de Hezbollah en el Líbano.
La estulticia del presidente colombiano, que se suma a un irracional fanatismo mezclado alevosía y soberbia -una fórmula letal-, tendrá consecuencias gravísimas. La lesión no será menor y no se subsanará rápidamente.
Petro puso en suspenso las relaciones que Colombia ha sostenido con Israel desde 1957, vinculo que ha sido fructífero y que, hasta ahora, no había experimentado fricciones de ninguna naturaleza.
Según el decir popular, los burros se buscan para rascarse. Y al parecer eso está sucediendo entre Petro y el dirigente comunista proiraní de España, Pablo Iglesias, sujeto caído en desgracia que salió por la puerta de atrás de la política española y su partido, ‘Podemos’, está ad portas de la desaparición.
Luego de una estruendosa paliza electoral propinada por la presidenta de la comunidad autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Iglesias no tuvo alternativa distinta a la de pasar al activismo en redes sociales.
Montó un canal de YouTube, y desde ese medio, apoyado por la propagandista rusa Inna Afinogenova, conocida de autos por sus manipulaciones mediáticas al servicio de causas oscuras, se ha dedicado a fabricar historias falaces para justificar los brutales ataques terroristas de Hamas contra Israel.
Hace unos años, las autoridades españolas descubrieron que medios de difusión vinculados a Pablo Iglesias y a su partido político recibieron más de 9 millones de euros, a través de una productora de televisión registrada en Madrid y en la que figuraba -¡oh sorpresa!- un iraní como único accionista.
El irracional respaldo de Petro al terrorismo islamista y sus sindicaciones groseramente antisemitas, han sido cuestionadas por múltiples sectores políticos de Colombia y el mundo. Pablo Iglesias y Afinogenova, a pesar de su creciente marginalidad, le lanzaron el capote mediático al exterrorista del M-19.
La defensa de los gacetilleros se centró en inventar la tesis de que “Israel facilitó el genocidio en Colombia”. Dulce para los oídos del alebrestado Petro que, como hizo Hugo Chávez hace quince años, anda amenazando con romper relaciones con Israel, como si esa posibilidad generara un ápice de angustia en el gobierno de Netanyahu.
Mientras las democracias cierran filas contra el terrorismo, el mandatario colombiano radicaliza sus mensajes de favorecimiento a los genocidas de Hamas, teniendo a Pablo Iglesias, el valido del régimen de Irán, como propagador y justificador de sus brutales expresiones.
Publicado: octubre 19 de 2023