No todos los musulmanes son terroristas, ni todos los palestinos son Hamas, como tampoco el pueblo judío tiene porqué seguir sufriendo los embates criminales de la caterva de enfermos mentales y fundamentalistas enemigos de la civilización que lanzó miles de misiles contra Israel.
Nada excusa, nada explica ni nada justifica la brutal masacre perpetrada por los militantes del grupo terrorista Hamas. El gobierno del país víctima de semejante monstruosidad ha quedado totalmente legitimado para contraatacar y neutralizar a todos -grupos, gobiernos y Estados- los partícipes del ataque.
Ahora fue Israel, hace unos años fueron los Estados Unidos, Gran Bretaña y España. El fundamentalismo islámico es sinónimo de salvajismo, de intolerancia y a ese enemigo hay que enfrentarlo con toda la verticalidad posible.
El mundo lleva décadas tratando de morigerar o matizar el riesgo que significa para la especie humana la existencia de esas facciones brutales que exhiben total desprecio por la vida de quienes ellas catalogan como “infieles”.
Los cabecillas de la extrema izquierda, como Gustavo Petro, son antisemitas y validadores del terrorismo. Aplauden la masacre de miles de personas inocentes y se abstienen de condenar a los responsables; en vez de hacerlo, revictimizan a los judíos acusándolos de ser los instigadores de la masacre (¡!).
Desde que comenzó a gobernar, Petro ha tenido una sospechosa y peligrosa cercanía con Irán. No puede soslayarse que uno de los vicepresidentes de ese país terrorista estuvo en la posesión de Petro y sostuvo una cumbre privada y de cuyos alcances jamás se ha informado, con el narcocanciller Álvaro Leyva Durán.
El maridaje de Petro con Irán explica la complacencia del presidente de Colombia con los atentados terroristas de Hamas contra el pueblo judío.
Esta no es una guerra religiosa, porque la inmensa mayoría de quienes son fieles a las enseñanzas de Mahoma ni comparten ni tienen nada que ver con la violencia islamista. Tampoco es una guerra contra el pueblo palestino, porque cientos de miles de habitantes de la Franja de Gaza son víctimas del gobierno criminal de Hamas. Este es un conflicto que se torna irreconciliable con las facciones sanguinarias que, con misiles, hombres bomba y fusiles matan a personas inocentes, mientras invocan la grandeza de Alá. Enfermos mentales irrecuperables que son una amenaza para la humanidad. Si no son exterminados, ellos exterminarán al mundo libre.
Publicado: octubre 10 de 2023