La oscura y cuestionada Laura Sarabia está convencida de que no pagará por los graves delitos que ha cometido. Seguramente le está apostando a la llegada de un fiscal general afín al socialcomunismo que se encargue de archivar sus procesos, y de cubrir con impunidad todas sus fechorías.
Lo de la niñera es uno de los muchos delitos cometidos por la alumna aventajada del hampón Armando Benedetti. La muerte del coronel Dávila, los miles de millones de pesos que pasan por su casa, las persecuciones e interceptaciones ilegales a los críticos al régimen, la financiación de la campaña presidencial con dinero sucio. En fin. Con sólo 29 años, Laura Sarabia es una experta nadadora en las putrefactas aguas de la corrupción y la delincuencia.
La entelerida funcionaria reencauchada, se presentó oronda y desafiante en las instalaciones de la fiscalía. Cuando le fue solicitado su documento de identidad, esgrimió el decreto por medio del cual Petro la designó como directora del Departamento de Prosperidad Social, una entidad que maneja un presupuesto billonario. ¿Quiso intimidar a los fiscales enrostrando su condición laboral?
Lo cierto es que, por ahora, las investigaciones contra la enclenque Sarabia continuarán. Las pruebas en su contra son sólidas y muy difícilmente podrá desmontarlas, salvo que ilegalmente una autoridad judicial le meta la mano a ese proceso, posibilidad que no debe ser descartada cuando asuma el fiscal petrista en 2024.
Sarabia lleva años viendo a su mentor, Armando Benedetti, enriqueciéndose asquerosamente con dineros públicos, ordenando interceptaciones ilegales, participando en operaciones oscuras de toda índole -hasta los testigos en su contra aparecen estrangulados-, con la complicidad de un sector de la administración de justicia que ese forajido se ha encargado de sobornar. Con ese “aprendizaje” a cuestas, la favorita de Petro ejercerá la dirección del DPS a su antojo, negociando coimas y tajadas con la certeza de que nada ni nadie se lo impedirá. Ahora sí van a circular tulas inmensas por su apartamento. Los grandes corruptos son alevosos.
Ningún efecto tendrán las legítimas expresiones de molestia, indignación y rabia provocadas por la presencia de la deshonesta Laura Sarabia en el gobierno. Como Samper, ahí está y ahí se quedará.
Los colombianos tendrán que acostumbrarse a su mirada desafiante, su sonrisa perversa y su proceder pérfido.
Publicado: septiembre 7 de 2023
Por qué ,en este país los alfiles de la izquierda Asesina, Siempre salen airosos e impunes de sus acciones delictivas ,y por el contrario a la derecha se la clavan con toda ; ejemplos hay por montones , hasta depronto, declaran a Santrich héroe Nacional..
Tarde o temprano paga , lo que si es muy extraño es que el fiscal Barbosa la haya llamado a ponerse a sus órdenes , y que no hubiese movido un dedo antes del nuevo nombramiento.
Será que el fiscal se torció?