Más barato imposible

Más barato imposible

No existe un mejor termómetro para saber si la economía de un país va bien y sobre las expectativas a futuro que el mercado accionario. Desafortunadamente para Colombia los números son bastante flojos. Aunque se podrían escribir libros sobre la historia de las acciones en el país, este pequeño resumen les dará una idea de lo que ha pasado.

Podemos partir la historia accionaria del país por épocas. La primera que llega hasta los años noventa donde el mercado era muy pequeño y las personas naturales eran los más importantes participantes, el mercado era a viva voz, existía un corro donde las compras y ventas se gritaban.

La segunda llega con la apertura económica del gobierno de Cesar Gaviria. Hubo un cambio importante para que entraran nuevos inversionistas, se acabó la doble tributación, que pretendía que los accionistas de las compañías no pagaran impuestos dos veces, llegaron los fondos extranjeros a comprar acciones y se crearon las administradoras de fondos de pensiones que empezaron a ser unos actores relevantes del mercado accionario.

Durante esa época hubo algunas operaciones relevantes que impulsaron el mercado y los precios de las acciones, como fueron la venta de Banco de Colombia que estaba en manos del Estado, como también operaciones en Acerías Paz del Rio y Banco Ganadero, entre otras. Entró en funcionamiento el sistema electrónico de negociación de acciones, las negociaciones crecieron y las personas naturales, como inversionistas, empezaron a perder relevancia.

Una tercera etapa del mercado se dio con el gobierno de Alvaro Uribe, con las democratizaciones accionarias, la más importante, Ecopetrol; se vendían acciones en los supermercados de manera que consiguió tener mas de 500.000 accionistas, algo nunca visto antes. Despues de Ecopetrol, salieron al mercado ISA, Davivienda y Grupo Aval, entre otras compañías que querían conseguir inversionistas. Los montos negociados seguían creciendo en su mayoría por los inversionistas institucionales, tanto así que las personas naturales siguieron perdiendo terreno dentro de los montos negociados.

El mercado se venía recalentando con el aumento inusitado de los REPOS en acciones, del apalancamiento, entrando el año 2011, la valorización de la acción de compañías como Fabricato y Coltejer, que claramente fueron manipuladas y generaron un riego sistémico que terminó en noviembre de 2012 con la toma de posesión de Interbolsa, en ese momento la comisionista de bolsa más grande del país. El mercado se vino al suelo. Los montos negociados cayeron abruptamente y desde ahí el mercado viene en un letargo del cual no se ha recuperado. Adicionalmente hubo cambios en temas tributarios donde las acciones empezaron a tener algunos gravámenes que las hicieron menos atractivas.

La situación actual del mercado accionario es desoladora: cada vez menos emisores, las OPAS sobre algunas acciones han deteriorado su liquidez, el monto de negociación diario no crece hace mucho tiempo y es dependiente en su mayoría de los fondos de pensiones y de los fondos extranjeros que operan básicamente para mantener su correlación con los índices internacionales que deben seguir.

Pero no todo es malo. Los precios de las acciones en Colombia están a precio de ganga, existen muchas oportunidades para invertir en compañías de primer nivel, con balances solidos y futuro próspero. La mayoría de las compañías listadas se están transando por debajo de valor en libros cuando compañías similares en el mundo lo hacen entre 1,5 y 2,5 de su valor en libros, inclusive Ecopetrol que con el precio actual puede ser una de las compañías listadas con una rentabilidad del dividendo más alto del mundo.

Los inversionistas que piensan que la situación política y económica de Colombia es pasajera se pueden dar un banquete memorable y hacer un muy buen portafolio a mediano plazo.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: mayo 16 de 2023