Hace unos días me encontré con un conocido con el que había trabajado hace un tiempo. A él lo habían despedido hacía años y no había podido volver a conseguir empleo. Me contó que se había convertido en emprendedor, que había creado un negocio y que afortunadamente le estaba yendo muy bien.
Hablamos durante un tiempo sobre el negocio, vi el potencial de crecimiento que tiene, sobre todo para exportar. Quedamos de vernos para ir a donde un abogado tributario para que le ayudara a revisar cual era el mejor vehículo posible y eficiente para convertir ese emprendimiento en una empresa.
El negocio es básico y sencillo y hasta ahora es totalmente informal. Compra una materia prima al que unos artesanos le hacen un primer trabajo, para luego él terminar el producto en una oficina que tiene para eso. Las ventas del año 2022 fueron $200 millones y tiene un margen final del sesenta por ciento, esto quiere decir que en cuentas de servilleta generó para su manutención más o menos $120 millones anuales, como $10 millones al mes.
Cuando empezamos a mirar lo que se debía hacer para formalizar el negocio, caímos en la lona. Nos dimos cuenta de los grandes costos que tiene la formalidad. Un negocio con ese nivel de ventas, tan próspero y con tan buen margen no es viable.
Es increíble que Colombia no tenga un vehículo jurídico que funcione para estos emprendimientos, que los costos sean razonables y que, por cuenta de esto, estas personas se normalicen.
Después de este ejercicio se da uno cuenta las razones por las cuales tenemos una informalidad de más del 50%, y un desempleo que históricamente ha estado por encima del 10%.
La formalización implica crear una empresa, registrarse en la Cámara de Comercio, tener contador, ser responsable de IVA, pagar ICA, rete ICA, sacar factura electrónica, pagar IVA sobre el arriendo, exigirle a los de la maquila seguridad social para poderle girar o, en su defecto, contratarlo con unos parafiscales del 50%, etc.
Pero esto que les he contado no es lo peor, lo que viene con las reformas presentadas por el gobierno Petro agravarán estos costos de manera grave. Los números preliminares de la reforma laboral aumentan los costos como mínimo un 30%, en promedio. Sin contar que la inversión extranjera se extinguirá.
Mientras en Colombia no se fomente el emprendimiento y la iniciativa privada, mientras no existan bajos costos en la creación de empresas para que las personas se formalicen será muy complicado bajar los índices de desempleo tan altos que tenemos. Su bajamos el desempleo, tendremos más cotizaciones a pensiones y más pagos a la salud. O sea, todo termina siendo un círculo virtuoso donde ganamos todos.
Esperemos que las reformas petristas sean todas archivadas o en su defecto queden bastante peluquiadas y no hagan el daño tan grande que pueden generar.
Publicado: marzo 27 de 2023