Mucho se habla de la “mermelada” a los periodistas a nivel nacional y muy poco se ha dicho de este fenómeno a nivel local, cuando los alcaldes y gobernadores, usando el presupuesto público, recurren al servicio de periodistas con cierto reconocimiento en sus regiones para que defiendan sus gestiones.
Jorge Gómez Pinilla es un serpista furibundo, al punto de que hace menos de un año escribió un libro cuyo título lo dice todo: “Objetivo: hundir a Serpa”. Así mismo, este periodista fue el encargado de crear el portal de noticias de Serpa, “La ola política”.
Gómez es un perfecto microfonero del dirigente liberal. Ha dedicado más de 20 de sus columnas a explicar porqué su jefe político no tuvo nada que ver en el magnicidio del doctor Álvaro Gómez Hurtado, haciendo uso de la mezquina estrategia de atacar y humillar a los familiares del dirigente vilmente asesinado en pleno gobierno de Samper. En un artículo suyo, publicado en la revista Semana –medio del que fue despedido hace algunos años- dio a entender que la familia Gómez contrata “publirreportajes” con periodistas de renombre como María Elvira Arango cuando han denunciado la impunidad que rodea el crimen por el que Horacio Serpa, misteriosamente, no ha respondido penalmente.
Hace pocos días en una entrevista en una emisora bumanguesa, Gómez Pinilla dijo que “yo me precio de ser un periodista independiente que expresa sus opiniones abiertamente”. Lo que no le dijo a quienes lo estaban entrevistando es que su agenda es, curiosamente, la misma de Horacio Serpa.
Cuando Serpa era enemigo político del actual gobernador de Santander, Didier Tavera y decía de él toda suerte de barbaridades, vinculándolo con el narcoparamilitarismo, Gómez Pinilla lo secundaba en los señalamiento. En la que campaña en que Serpa ganó la gobernación, enfrentado a Tavera y en la que Gómez Pinilla era muy activo, en el departamento de Santander circularon avisos en los que se leía: “Vote bien para la gobernación para que a futuro no tenga que arrepentirse. Con el narcotráfico y el paramilitarismo perdemos todos y nuestra región se hace invivible”
El contratista
Por cuenta del dinamismo de la política, en un santiamén Serpa –que sí sabe mucho de alianzas con la mafia- cambió su opinión sobre Tavera a quien respaldó, impulsó e impuso en las últimas elecciones como gobernador de Santander. Serpa, refiriéndose a él, dijo “fue un buen perdedor y ahora será un magnífico ganador. ¡Lo juro!”. Gómez Pinilla no se quedó atrás en los elogios a Tavera –el mismo al que en el pasado tachaban de paramilitar-. En su columna de El Espectador escribió que “su gran mérito (el de Tavera) fue haber demostrado que no tiene ninguna cuenta pendiente con la justicia. Tavera alega que a él le armaron un proceso judicial con falsos testigos para tratar de abortar su candidatura, y habrá que creerle mientras los tribunales no se pronuncien en sentido contrario…”. Lo curioso es que años atrás, ni Serpa ni Pinilla “creían en Tavera.
Y el cambio de opinión del columnista Gómez Pinilla ha sido generosamente retribuido por el actual gobernador Didier Tavera quien el pasado 29 de febrero le dio un contrato por 20 millones de pesos para ser ejecutado en 4 meses, a razón de 5 millones de pesos mensuales para “proponer y dirigir contenidos manejados por la Oficina de Estrategia y comunicaciones; realizar edición de contenidos; verificar la aplicación del manual de Estilo”.
Gómez Pinilla con su jefe político y mentor, Horacio Serpa
Aquel contrato se acabó el pasado 29 de junio y el 5 de julio, menos de una semana después de culminado, Gómez Pinilla publicó en El Espectador una elogiosa columna en la que alabó al jefe de comunicaciones de la gobernación de Santander –quien era su jefe durante la ejecución del contrato-, Ancízar Casanova diciendo que la de él es “una mente brillante, sumado a que es un ejecutivo dinámico e incansable, y está realizando un trabajo muy creativo, en lo que al manejo de imagen concierne”.
La columna generó suspicacia en Santander, pues surgió la duda legítima sobre la independencia de Gómez Pinilla. Ante la pregunta obvia sobre si él le informó oportunamente a las directivas del periódico El Espectador sobre su condición de contratista de la gobernación de Santander, éste patinó y se limitó a decirles a los periodistas que “yo no sabría si lo conocen o no”.
La respuesta sobre el tema es sencilla: Fidel Cano, director del diario El Espectador le manifestó a LOS IRREVERENTES que no tiene «ni la menor idea» de que Jorge Gómez Pinilla estaba contratado por la persona a la que calificó de tener “una mente brillante”. El periódico capitalino tiene entonces, dentro de su nómina de opinadores, a un columnista que se deja seducir por la mermelada y que abusa del espacio que le conceden para exaltar y ensalzar a sus contratantes.
@IrreverentesCol