Lo que estamos viendo en estas elecciones no tiene precedente en la historia de Colombia. Estar tan cerca del precipicio, de entregarle el poder a la izquierda populista, está a la vuelta de la esquina.
Tenemos que reflexionar cuáles fueron las razones que nos tienen en esta situación. Muchos de nuestros dirigentes de los últimos años deben darse golpes de pecho. Son claramente los responsables que hayamos llegado a esto. La corrupción en todos los niveles, el mal manejo del estado, la indiferencia por los menos favorecidos y la incapacidad gerencial han sido muchos de los motivos.
Es por eso que el señor de las bolsas, con su hoja de vida manchada por haber pertenecido a un grupo ilegal que secuestró, asesinó y hasta osó tomarse el Palacio de Justicia, cabalga tranquila y firmemente en las encuestas. Por la impopularidad de los gobernantes. Adicionalmente algunos colombianos han llegado a pensar que gane y que se quede cuatro años y se queme por su mal gobierno. Quiero recordarles que eso pensaban en Venezuela y ese régimen corrupto y sanguinario va para treinta años.
Muchos han sido indignos. Hoy lo corroboran. Se van al mejor postor. Le apuestan al caballo ganador, así la ideología sea contraria y no estén de acuerdo con lo que quiere hacer. Simplemente están protegiendo sus privilegios. Muy ilusos. Si hay algo claro en la personalidad del personaje es que es mentiroso y no le cumple a nadie lo que promete.
Pero si por el lado de la oposición llueve, por el lado del candidato del establecimiento no escampa. Están llegando a unirse a la campaña todos y cada uno de los que durante años nos han dejado al país en la situación en la que está. Esto implica que la posibilidad de hacer un buen gobierno, de cambiar lo que se debe cambiar, y de hacer las reformas necesarias quedará en el olvido. Acordémonos que llevamos años tratando de hacer una reforma a la justicia que es la piedra angular de la sociedad para mejorar la seguridad, la economía y hasta las relaciones interpersonales.
Independientemente que cada uno de los grupos y equipos en mención son absolutamente espantosos, lleno de corruptos, de personas que han vivido de la teta del Estado por años sin hacer nada bueno, uno de los dos candidatos no tiene pasado delincuencial. Eso hace una gran diferencia.
Los colombianos padecemos del síndrome del voto útil. Siempre votamos más en contra de alguien que por la convicción de votar por el mejor. No oímos verdaderamente las buenas propuestas de muchos candidatos que de lejos harían un gobierno mejor. A este tipo de candidatos no le da susto decir lo que piensan, y además no tienen rabo de paja.
Ver hoy en día un debate presidencial donde esté Enrique Gomez Martínez, candidato de Salvación Nacional, da gusto y me da la razón. El más preparado, el de mejor presencia, al que le cabe el país en la cabeza y el que quiere hacer las reformas necesarias y lo dice, tiene unos números muy bajos en las encuestas, esperamos que mejoren.
En la primera vuelta presidencial no hay voto útil. Debemos votar por el mejor candidato. Darnos ese gustico. Ya en la segunda vuelta tocará votar seguramente en contra del que va a acabar al país.
Por todo lo anterior y por convicción mi voto es por Enrique Gomez Martinez el próximo 29 de mayo.
Publicado: mayo 2 de 2022
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