Deslegitimar las encuestas electorales es un ejercicio estéril, es como negar los resultados exactos de las matemáticas. Lo interesante de las encuestas es no quedarse con los titulares, es avanzar en su lectura, comprensión, análisis, lo que permite anticiparnos a posibles resultados en las urnas.
En el caso de las dos encuestas realizadas por el Centro Nacional de Consultoría, que resultó ser la verdadera gran encuesta por el tamaño de la encuesta (2.143 en la primera, y 4.206 en la segunda), se sacan conclusiones fundamentales que permiten evaluar el resultado del debate presidencial.
La primera. Sergio Fajardo y Rodolfo Hernández les falló el carburador de sus campañas. Sus asesores y estrategas los metieron en un remolino de equivocaciones. En el caso de Fajardo y la Coalición de la Esperanza, su superioridad moral y ambigüedad en el mensaje, el cual se ahogo en pretender ubicar al elector en un espectro ideológico que nadie entiende ni define como lo es el “centro”, liquidó la posibilidad de que Fajardo remonte las encuestas y hasta sus propios resultados logrados en las elecciones del 2018.
En el caso de Rodolfo Hernández, los resultados estadísticos ratifican que llegó a su techo, y que su discurso disruptivo contra el establecimiento y la corrupción no logró captar la atención de un electorado que sigue prefiriendo a los candidatos que asumen posiciones claras como ocurre con Fico y Petro.
La segunda conclusión es que los jóvenes entre 18 a 25 años soportan la candidatura de Petro al tener entre ellos el 51% y 60% de la intención de voto en las dos vueltas. Entre los electores encuestados que están en el rango entre 26 a 40 años, Petro también mantiene la intención de voto mayoritaria (40.2%), pero en segunda vuelta, Fico es quien más gana adeptos en este grupo etario al pasar del 20 % al 35.1%.
La tercera conclusión es el peso que tienen y tendrán las regiones en el debate electoral que nos concentra.
Hay regiones que ya definieron su intención de voto y que difícilmente cambiaran en la segunda vuelta. Bogotá y la región pacífica están cerradas con Petro; en menor porcentaje, la región caribe también se inclina por Petro.
Antioquia y el eje cafetero soportan la candidatura presidencial de Fico en relación con las regiones al lograr una intención de voto en esta región entre el 40% y el 53.4%.
En las regiones denominas centro o centroriente, el Centro Nacional de Consultoría reorganizó estas regiones para medir la intención de voto en segunda vuelta al darle mayor peso e importancia a las ciudades inamovibles de estas regiones como los son Bucaramanga, Cúcuta, Ibagué, y Meta.
En la nueva reorganización, centrosur agrupa a los departamentos de Huila, Tolima, Meta, Caquetá y Putumayo. En esta región hay dos departamentos bisagra que, aunque no definirán la elección presidencial si va a mantener el equilibrio porcentual, a pesar de que la intención de voto en esta región esta a favor de Petro en primera y segunda vuelta.
Finalmente queda la región centrooriente que pesa porcentualmente más por su censo electoral que la región centrosur por el peso que le dan los departamentos de Norte de Santander y Santander.
En esta región (centrooriente) Boyacá juega a favor de Petro. Cundinamarca va a dividir los votos entre los dos candidatos en segunda vuelta (con una ventaja no definitiva a favor de Fico). Norte de Santander pesará electoralmente a favor de Fico en primera y segunda vuelta. En Meta y Casanare Fico tiene mayor intención de voto que Petro. Arauca no define nada por su peso porcentual en el censo electoral.
Queda Santander. Santander soporta porcentualmente la intención de voto que tiene el Ingeniero Rodolfo Hernandez a nivel nacional (10%). Mediciones privadas que hemos realizado con nuestra firma consultora indican que en primera vuelta estará entre los 300.000 mil y 360.000 mil votos, en un millón cien mil votos válidos proyectados en el departamento de Santander para la primera vuelta.
Las encuestas y los analistas sentencian un empate técnico para la segunda vuelta presidencial entre Petro y Fico, un voto a voto. La diferencia puede estar entre los 300 mil y 450 mil votos a favor del ganador.
Más allá de la decisión que tome en segunda vuelta el Ingeniero Rodolfo Hernández, pesará finalmente la decisión de los santandereanos que votaron por quien debió ser el candidato “outsider” en estas elecciones, pero prefirió la caricatura que la argumentación.
Publicado: abril 5 de 2022
4.5