La autorización que el Gobierno Nacional le dio a las empresas privadas para la compra de vacunas contra el COVID-19 es una de las mejores noticias que hemos recibido desde que se declaró en Colombia el Estado de Emergencia Sanitaria como consecuencia de la pandemia.
Nuestro tejido empresarial está en capacidad de garantizar que la adquisición de las vacunas tengan certificación Invima, que no se desdibuje su uso humanitario y que se garantice la aplicación gratuita en consonancia y concordancia con el Plan Nacional de Vacunación.
En un departamento como el nuestro, será clave el papel que va a jugar la Resolución 507 del 19 de abril de 2021, expedida por el Ministerio de Salud y con la que se habilita la compra de vacunas por parte de empresas privadas y el suministro a la población que tanto lo necesita.
En el informe del año pasado: ‘Las 200 empresas más grandes del Magdalena’ de la Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena, se indica que en el departamento se encuentran 29.591 empresas. De estas 22.729 son personas naturales (76.8 %) y 6.862 sociedades (23.2 %).
Si trabajamos en equipo, la ‘primera línea productiva’ de nuestros territorios recibiría la inmunización lo que terminaría el confinamiento, repercutiría favorablemente en la reactivación económica y la recuperación de los ingresos para todos los hogares magdalenenses.
Cada persona jurídica o natural que cuente con un registro en la Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena, se convierte a partir de este momento, en un apoyo vital del Plan Nacional de Vacunación, al costear los biológicos y llevarlos hasta quienes lo necesitan.
La posibilidad de acelerar el proceso de inmunización contra el COVID-19 está en manos del empresariado. Muchos de nuestros representantes del sector productivo han dicho que tienen listos los recursos para hacer la compra directa de vacunas y el Gobierno ayudar con la aplicación.
No hay mejor acto de responsabilidad social empresarial que este. Salvar vidas de magdalenenses y colombianos está por encima de cualquier cosa. Si en el pasado, nuestro tejido productivo se mostró solidario ante la calamidad, en esta ocasión el reto no quedará grande.
Publicado: abril 22 de 2021
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