Verdaderamente da tristeza ver y vivir en Bogotá, con solo un año de gobierno, Claudia López logró destrozar más la capital que Gustavo Petro, tema bastante difícil de lograr, desafortunadamente lo superó con creces.
No son solo estadísticas y cifras, el hecho que más de 50,000 empresas hayan cerrado es muy grave, pero mas lo es el desasosiego que se siente transitar por la ciudad, pareciera que acabáramos de salir de una guerra o que haya caído una bomba.
La cantidad de locales y apartamentos para la venta y para arriendo reflejan el daño tan grande que hicieron las cuarentenas indiscriminadas, el pico y género, el pico y cédula, las cuarentenas por localidades o por UPZ, en fin, nunca se logró hacer un ejercicio diferente que el confinamiento, poco esfuerzo se hizo en pedagogía y en acondicionamiento de la capacidad médica.
Las ciclorrutas temporales que acondicionó en vías principales durante el confinamiento las volvió en permanentes con los mínimos estándares técnicos, es absurdo que Bogotá que es una de las tres ciudades del mundo con más tráfico vehicular le quiten espacios a los carros sin estudios y a la brava.
El centro de la ciudad está mas olvidado que nunca, la proliferación de vendedores ambulantes, los habitantes de la calle en cada esquina, la cantidad de grafitis en las paredes y los cada vez mas edificios abandonados la hacen ver asustadora, los que alguna vez apostaron por la reconstrucción del centro lo perdieron todo.
Las salidas de la ciudad siguen colapsadas a pesar de la cantidad de personas que decidieron irse a vivir por fuera de la ciudad aprovechando el trabajo en casa, es inexplicable que con la mitad de la población sin salir de casa las horas pico la ciudad siga con tantos problemas de movilidad.
Los taxistas siguen hablando que trabajan a pérdida, el mes que les va bien recaudan el 50% de lo que hacían en condiciones normales, un carro con endeudamiento y esos ingresos es inviable.
Lo peor de todo es que ante estos problemas la administración distrital sea ciega y sorda, que no oiga a la ciudadanía y que cada vez que alguien es crítico de su gestión se convierta en enemigo, en politiquero y en uribista.
Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír, pareciera que este debió ser el lema de su campaña y de su programa de gobierno, lo estaría cumpliendo y no estaríamos revocándola para salvar lo poco que queda.
Ahora vendrá la segunda parte, lo que ella piensa organizar para reactivar la economía de la ciudad, los primeros puntos fueron bastante nublados, cobrar mas impuestos y segundo dar limosnas a los bogotanos en vez de fomentar el emprendimiento o la creación de empresas.
Cuando uno empieza a trabajar uno a uno los puntos se da cuenta que el dicho de zapatero a tus zapatos cabe perfectamente en la nueva realidad de la ciudad, estamos así por la falta de experiencia y la capacidad de trabajar en equipo o de dirigir equipos de alto rendimiento de la administración.
Esperemos entonces por el bien de Bogota que la #RevocatoriaClaudiaLopez siga adelante y que logremos para nuestra ciudad un cambio, esperemos que existan las garantías políticas y constitucionales para llevar a cabo esta empresa.
Publicado: febrero 15 de 2021
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