Los hermanos Jack y Ronald Housni Jaller son dos delincuentes que hicieron de la política una herramienta para desfalcar al empobrecido archipiélago de San Andrés y Providencia.
En septiembre del año pasado, y ante la fuerza de las evidencias, Ronald Housni, quien fuera gobernador de la isla, reconoció sus delitos y se sometió a sentencia anticipada. Fue condenado tan solo a 7 años y medio de prisión.
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La caída del clan Housni Jaller
Su hermano, el exrepresentante a la Cámara Jack está siendo procesado por la Corte Suprema de Justicia, corporación que investiga su participación decidida en el robo de por lo menos $120 mil millones de pesos, con la complicidad de su hermano.
En momentos en que San Andrés y Providencia padecen los estragos del huracán Iota es cuando más se notan los daños que arroja la corrupción. Los servicios de salud en las islas son deplorables. Los Housni, precisamente, se enriquecieron con negociados en relación con la red hospitalaria en ese departamento.
Hace exactamente un año, la fiscalía general de la nación puso en marcha un operativo que desembocó en la incautación de más de 58 bienes inmuebles, avaluados en cerca de $150 mil millones de pesos, los cuales fueron adquiridos por los Housni y por sus testaferros y cómplices en los actos de corrupción.
Dichas propiedades están ubicadas en San Andrés, Bogotá y Medellín.
El dinero que los Housni Jaller saquearon habría sido suficiente para atender a los miles de sanandresanos que hoy no tienen techo, comida ni atención médica básica. Por eso, no es exagerado afirmar que, efectivamente, la corrupción mata. Aquellos que no perdieron la vida con ocasión del paso del huracán, se arriesgan a perderla como consecuencia de los abusos y robos de los delincuentes Housni.
Es inadmisible, por ejemplo, que el exgobernador Ronald Housni cumpla la leve condena en un sitio colmado de lujos, comodidades, bebidas alcohólicas y visitas frecuentes de prostitutas y músicos y su hermano Jack, que aún se encuentra en libertad, siga manejando tras bambalinas los hilos del poder político sanandresano.
La sala de instrucción de la corte suprema, en vez de perder su tiempo urdiendo complots políticos contra el presidente Uribe, debería enviarle un mensaje al país anunciando medidas ejemplarizantes contra el excongresista Jack Housni quien es un verdadero peligro para la sociedad en la medida en que desde la libertad continúa participando en actos de corrupción con el presupuesto de la isla de San Andrés.
Publicado: noviembre 17 de 2020
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