La montaña rusa colombiana continua, la aprobación por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil para empezar a recolectar firmas para promover un referendo es la mejor noticia que hemos oído en los últimos años, siempre hemos pensado que somos el único país de Latinoamérica que no ha caído en manos de la izquierda populista pero la realidad es otra, aunque no hemos tenido un gobierno elegido de esa ideología si se han venido haciendo cambios normativos que no están llevando hacia el mismo abismo.
Los romanos decían que la voz del pueblo es la voz de Dios, y esta voz debería ser la máxima autoridad para la convivencia ciudadana y que debe obedecerse, desafortunadamente durante el gobierno Santos siempre se le dio la espalda a esa voz, en el año 2010 fue elegido para que gobernara de una manera e hizo todo lo contrario, no respetó a sus electores, después en el 2014 compró su reelección con costales de dinero provenientes de coimas de Odebretch e irrespetó otra vez la voz del pueblo que no lo quería de presidente, en el 2016 perdió el plebiscito e hizo caso omiso y firmó una supuesta paz a espaldas y que era diferente a la que queríamos los colombianos.
Dentro de los horrores normativos que nos ha tocado aguantar por cuenta de esta izquierda están el libre desarrollo de la personalidad, la aprobación de la dosis mínima, la aprobación del aborto, gran parte de la ideología de género que ha socavado los principios de la familia y la moral, el consumo de drogas en sitios públicos, la impunidad rampante para violadores de menores por el hecho de haber sido al mismo tiempo narcoterroristas , convertir el narco tráfico en delito conexo al delito político, prohibir la aspersión aérea de cultivos ilícitos entre otros, es por eso que un referendo donde el pueblo soberano defina lo que quiere es una buena noticia, estoy seguro que los colombianos queremos defender la familia, los principios morales y el derecho a la vida.
Los movimientos y líderes de la izquierda están con los pelos de punta, ellos son consientes que el pueblo soberano no quiere ni le interesan esas normas que les han venido metiendo por la puerta trasera, son normas que no tienen su beneplácito y que de seguro serán derogadas. La democracia solamente les gusta mientras ganen.
Hubiera sido mas fácil haber podido hacer las reformas necesarias sin tener que recurrir a un referendo, pero desafortunadamente ni la rama judicial ni la legislativa fueron capaces de auto reformarse, no tuvieron la grandeza de perder privilegios y pensar que estar en el servicio público es para servir y no para ser servido.
Muchos de los puntos que vamos a poder definir en este referendo los hemos estado esperando hace mucho tiempo o quién no quiere que el Congreso sea mas pequeño, pasar a 160 miembros en vez de los 280 actuales, que haya una sola corte mas eficiente con salas diferentes y que el nombramiento de los magistrados sea por méritos, derogar la JEP para que los guerrilleros sean juzgados por una sala de la corte donde sean juzgados por jueces independientes y no haya impunidad y que haya una segunda instancia.
Esperemos pues a que tanto el Congreso como la Corte Constitucional le den vía libre al pueblo a definir su futuro y dejen de pensar que pueden seguir haciendo lo que quieran con los colombianos.
Publicado: junio 17 de 2019
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